TODO MUY LEGAL...

Por Hernán Maldonado

"Me importa un comino lo que diga el mundo", gritó desaforado Hugo Chávez al ordenarle a su ministro Diosdado Cabello el cierre de medios de comunicación. Un total de 34 radioemisoras, de las 450 amenazadas, apagaron el pasado fin de semana sus micrófonos. "Todo muy legal", porque el régimen interpreta a su gusto la ley o la crea con su genuflexa Asamblea Nacional (AN).

Al mundo parece también importarle un comino el flagrante atropello a la libertad de expresión. El cierre el 2007 de Radio Caracas Televisión, el primer y más prestigioso canal venezolano, casi pasó bajo la mesa, porque su acallamiento fue "legal". Chávez no le renovó la concesión. El asesinato, encarcelamiento y persecución de periodistas, documentados en esta década por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), no cuentan.

Lula da Silva, de Brasil, envanecido por los suculentos negocios que hace vendiéndole al petrodictador desde lápices a miles de toneladas de alimentos, ha dicho sin sonrojarse que "Chávez es el mejor presidente que ha tenido Venezuela en su historia". Si así piensa el líder de la potencia sudamericana, entonces se comprende el silencio de la veintena de países que viven de la dádiva petrolera.

Y no es solamente Cuba o esos países-islitas del Caribe, sino otros los que callan, como Argentina cuya presidenta llegó al poder con miles de petrodólares, como se ha demostrado en un juicio en Estados Unidos. Ni hablar de otros países como Paraguay, Bolivia, Nicaragua y Ecuador cuyos líderes le deben hasta la camisa que llevan puesta al petrodictador parlanchín y despilfarrador.

La excusa para que vuelquen cínicamente la cara a otro lado es que Chávez "fue elegido democráticamente". No se fijan en que desnaturalizó su origen para eternizarse en el poder sembrando pésimo ejemplo en Bolivia y Ecuador. El nicaragüense Daniel Ortega piensa hacer lo mismo y vaya uno a saber si la misma idea le ronda la cabeza al paraguayo Fernando Lugo. Sólo Honduras se dio cuenta a tiempo de los planes de Manuel Zelaya y sus instituciones democráticas le pararon el carro, despertando la ira chavista.

Recordemos algunas de las hazañas "democráticas" de Chávez. Para contar con la mayoria en la Corte Suprema de Justicia aumentó ilegalmente de 20 a 32 el número de magistrados. Mantiene más de 2.000 jueces interinos desde hace años. Si fueran titulares no podría despedirlos. La Fiscalia, la Contraloria, el Poder Electoral y la AN están en sus manos. Las fuerzas armadas fueron politizadas y sus miembros obligados a gritar: Patria, socialismo o muerte.

En el referendo del 2 de diciembre del 2007 los venezolanos rechazaron las reformas constitucionales que propuso. El triunfo popular le pareció "una victoria de mierda" y mediante leyes habilitantes puso en vigencia aquellas reformas. En noviembre del 2008 los principales estados del país eligieron a gobernadores opositores. Chávez les niega presupuestos, les quita fuentes propias de financiamiento y les despoja de sus atribuciones con la intención de hacerlos fracasar política y administrativamente.

Caracas eligió a Antonio Ledezma como su alcalde mayor con casi 800.000 votos (la misma catidad con la que los hondureños eligieron a Zelaya) y Chávez desconoce ese triunfo, ordena a sus sumisos legisladores inventar un cargo y nombra un "superalcaldesa" para la capital, tratando de convertir a Ledezma en un florero chino. Claro, todo muy legal…

Muy legal también era todo lo que hacía Adolfo Hitler, hasta que tuvieron que morir 50 millones de personas para que el mundo "descubra" que era una dictadura. ¡Dios nos agarre confesados!