Domingo 13 de julio del 2008
REFERENDO ¿PARA QUE?
Por
Hernán Maldonado
A menos de un mes de su realización, aún confío en que la sensatez prevalecerá en la clase dirigente y Bolivia se ahorrará la estupidez de acudir a un referendo revocatorio que sólo servirá para agravar sus problemas.
El principal partido de oposición del ex presidente Jorge Quiroga, asustado por su enorme error de prestarse al juego oficialista, busca introducir modificaciones a la convocatoria, pero el presidente Evo Morales, que es sordo, ciego, pero no mudo, ya rechazó la posibilidad.
¿Se abstendrá Podemos? Lo dudo. Un partido político ejercita su musculatura y la muestra en un proceso comicial. La abstención es el suicidio. Pregúntenselo a los opositores venezolanos que el 2005 cedieron gratuitamente gobernaciones y alcaldias al chavismo.
Los líderes de la "media luna" rechazaron en principio acudir a las urnas, pero envanecidos por sus victorias autonómicas rompieron la unidad dejando colgado de la brocha al prefecto de Cochabamba y aceptaron el reto olvidando que fueron ellos los que plantearon la pregunta: ¡Referendo, ¿para qué?
Esa posición tenía sentido porque el referendo no solucionará ninguno de los graves problemas bolivianos. El cambio de postura significa que la "media luna" busca la agudización de la confrontación. Apuesta al todo o nada, pese a que las cartas están marcadas.
Olvida que no son sólo los porcentajes requeridos o la absurda pregunta para el "si" o el "no", sino que el proceso de cedulación lo entregó el gobierno a los "magos" chavistas, expertos en inflar registros electorales. En 10 años la masa electoral venezolana pasó de ocho a 16 millones de votantes, lo que le garantiza siempre el triunfo al petrodictador.
Por eso es más admirable el triunfo opositor en el referendo de diciembre pasado. A propósito, hasta hoy el Consejo Nacional Electoral no entregó los resultados finales de esa "victoria de m...", como la calificó iracundo Hugo Chávez, al haberle fallado por única vez en una década su maquinaria fraudulenta.
El sensacional triunfo se produjo pese a "votantes" con más de 100 años de edad, con electores que hace rato murieron, los doble-cedulados, la familia zuliana de 37.000 miembros con los mismos apellidos paterno y maternos o aquellos 80.000 inscriptos "viviendo" en la misma dirección, los inconsultos cambios de domicilio, etc.
Aparentemente aquellos "magos" trasladaron a Bolivia sus habilidades poniéndolas en práctica al amparo de la noche, como se descubrió hace más de un año y ahora están saliendo a luz, un poco por el entusiasmo de Ninoska Lazarte, la diputada de Podemos, empeñada en lavarle el rostro a su partido.
El gobierno acaricia su victoria y hasta cree que quienes lo ratificarán implicitamente aprobarán su ilegal nueva Constitución Política del Estado (¿No es esa, pues, la intención de la pregunta principal del referendo?). Ignora que todos los problemas de hoy saldrán multiplicados por dos.
Habria que preguntarse si el referendo hará bajar los precios de los artículos de primera necesidad, si miles de bolivianos renunciarán a irse del país, si Morales será capaz de visitar distritos en los que ahora no tiene pisada, si volverán los inversionistas, si regresará la prosperidad de la industria gasífera, si se acabarán los bloqueos, si morirá el autonomismo, etc.
Ni siquiera desaparecerá, sino que se agudizará, el escándalo causado por el militar asignado al servicio de inteligencia del Palacio de Gobierno, acusado del atentado terrorista en Yacuiba, cuya "laptop" está resultando ser tan parlanchina como la que los colombianos le capturaron a Raúl Reyes. Amanecerá y veremos.
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