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Miércoles 9 de mayo 2012
POR ESAS CALLES...
Por
Hernán Maldonado
No, no estoy plagiando el título de la telenovela que en 1992 y por más de un año cautivó a la teleaudiencia de la recordada Radio Caracas Televisión, cerrada el 28 de mayo de 2007 por el gobierno de Hugo Chávez.
Se llamaba "Por estas calles" y me recordé de ella en mis recorridos por el casco central de La Paz y Cochabamba. ¿Habrá alguna acera con el piso uniforme o es que siempre uno tiene que andar cuidándose para no tropezar?
Inevitable la comparación con Caracas. Quizás allí están mejor cuidadas, pero en lo que no hay duda es que la economía del segundo país más pobre del hemisferio parece estar mucho mejor que en la "Venezuela bonita".
Abundan en los mercados los vegetales, las verduras y frutas frescas. Hay carne de res, de cordero, cerdo y pollo. No hay colas para comprar aceite, arroz, azúcar, leche, café, harina, etc. Lo que falta es dinero, trabajo.
En Venezuela escasean dramáticamente esos productos. ¿Por qué las tremendas carencias? La respuesta está en que el "socialista" Chávez destruyó la empresa privada. Y todavía hay gente que lo sigue.
Y es que Chávez entrega dinero a los más necesitados. La Venezuela chavista se llena los bolsillos con becas, subsidios, prebendas, pero no tiene qué comprar. No alcanzan las importaciones.
Un demagogo, por muy ignorante que sea, gozará del fervor popular siempre que tenga dinero para repartir. Esa la realidad. Quizás por esto es que la Revista Semana de Colombia asegura que Chávez más que un caudillo parece ser el líder de una secta religiosa.
Evo Morales, menos ilustrado que Chávez, tiene el acierto, por ahora, de no destruir el aparato productivo del país y su "socialismo" se reduce a levantar el puño izquierdo cada vez que escucha el himno nacional.
Ciertamente se encontró con un país entrando a la época de las vacas gordas por la alta cotización de las materias primas de exportación y cansado de los políticos tradicionales.
Con el enorme apoyo que alcanzó pudo poner a Bolivia a valer, pero se dejó vencer por la ambición caudillista renunciando al estadista y empezó a manejar Bolivia como si fuera una federación cocalera, amparado por Chávez y Fidel Castro.
Un país no es un sindicato y era cuestión de tiempo que tuviera que estar ante el cuero seco de vaca. Lo pisa en un costado, pero se levanta en otro. Los conflictos sociales se multiplican y adquieren cada vez más virulencia.
¿Qué va a pasar en Bolivia? Creo que, por ahora, nada. Todo seguirá igual y hasta es posible que Morales sea reelegido el 2014. A pesar de la gran oposición en las calles, todavía cuenta con un 38% de aceptación.
¿Algún líder de oposición podría ufanarse de llegar siquiera a la mitad? He visto manifestaciones callejeras con pancartas como: "Evo estamos contigo, pero atiende nuestras demandas".
Así está Bolivia pero ¿qué tal si se rompe el multimillonario cordón umbilical Caracas-La Paz? Además muchos olvidan aquello de que Bolivia es un país donde lo posible se hace imposible y lo imposible, posible. Amanecerá y veremos.
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