Domingo 9 de marzo del 2008
LA PETRODICTADURA Y LA DUDA
Por
Hernán Maldonado
"¿Tú trabajas para CNN, no?, le espetó el Tcnl. Hugo Chávez. "No, para Al Jazeera", respondió tímidamente Lucia Newman. Luego se quedó muda cuando, a su vez, el presidente Rafael Correa le preguntó toscamente si como chilena no haria lo mismo que él hizo con Colombia por la violación de su soberania territorial.
"Dígame, pues, ¿qué hubiera hecho?, insistió furibundo el ecuatoriano. La "joya de la verdad" periodística, como alguien etiquetó a Lucía, prefirió el silencio. Quizás pudo contestarle: "Sé lo que hubiera hecho como periodista, pero no sé si hubiera hecho lo que usted, como Presidente".
El que una periodista curtida en mil batallas, acostumbrada a lidiar con lobos feroces de la política mundial, se quedara como manso corderito, habla del terror que entre algunos periodistas siembra el petrodictador caribeño. Lucía no tenía porqué tartajear ante Chávez. ¿O es que temió ser proscrita?
Este es el estilo de Chávez cuando se le inquiere algo que no le gusta. Lo primero que hace, imitando a un matón que necesita registrar el nombre de su interlocutor, es inquirir: "Tú, ¿cómo dijiste que te llamas? Y luego apunta en un papel lentamente, como para que sus gorilas sepan que quiere que anoten ese nombre.
A veces repregunta también por el medio al que representa por si se haya colado a la entrevista algún proscrito. Varios medios venezolanos, considerados de oposición, no tienen pisada a sus ruedas de prensa desde hace años. En muchos actos oficiales, inclusive en los que no está Chávez, se les cierra las puertas.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha fallado en más de dos docenas de casos obligando a Chávez a proteger la integridad periodística. Desde el 11 de abril del 2002 son muchos los periodistas muertos, heridos, torturados, enjuiciados, presos, exiliados, amenazados. La Sociedad Interamericana de Prensa tiene un grueso archivo de los abusos del régimen.
RCTV, la más antigua y prestigiosa televisora venezolana fue cerrada por Chávez el 27 de mayo del 2007 con el argumento de que se le expiró la licencia para operar y no hay semana en que Globovisión, adverso al gobierno, se libre de las groseras amenazas desde la Asamblea Nacional o de ataques de turbamultas pagadas por el régimen.
Si no fuera por unos pocos bastiones, entre ellos algunos diarios nacionales, bien podría decirse que el cuarto poder del Estado también cayó en sus manos. ¿O es que alguien ignora que Chávez controla el parlamento, el poder judicial, el electoral, la contraloria y las fuerzas armadas?
Por eso me extrañó que un talentoso colega compatriota y respetado amigo mio, por muchos años corresponsal en Caracas, haya escrito recientemente que duda de que en Venezuela haya una dictadura. Adolf Hitler también subió al poder por el voto y había tribunales de justicia y todos los días podía comprarse el periódico...
La reciente entrevista conjunta de Chávez y Correa me retrotrajo a aquél abril del 2000, en Maracay, cuando el petrodictador salió de una rueda de prensa rojo de ira. Luego de su habitual perorata había dado paso a las preguntas. La joven periodista Amira Muci en nombre de sus 20 colegas asistentes, se paró y le dijo: "En vista de su reiterada actitud de irrespetarnos al considerar que nuestras preguntas son irrelevantes, que nuestras preguntas son nimiedades, nosotros, como profesionales de la comunicación, serios, conscientes del deber que tenemos que cumplir, que no es otro que informar la verdad, hemos decidido no plantearle ninguna en la tarde de hoy".
La furia aún no se disipó. ¿Lo comprobaste Lucia? ¿Todavía dudas Harold Olmos?
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