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PERU: INDIOS Y CHOLOS BUSCAN EL PODER
Por
Hernán Maldonado
Antauro y Ollanta Humala son dos militares peruanos mestizos que buscan instaurar en su país un gobierno de "indios y cholos" y que de las palabras han pasado a los hechos al capturar 1 de enero la población de Andahuaylas, al sur de su país, exigiendo la renuncia del presidente Alejandro Toledo.
Ollanta, un coronel del ejército, hace cuatro años que se rebeló contra el gobierno de Alberto Fujimori encabezando un alzamiento en Tacna. No prosperó, porque el mandatario se fugó a Japón. Ollanta fue premiado luego con la agregaduria militar en Francia y después en Corea del Sur.
Antauro, un mayor que fue dado de baja recientemente del ejército, reapareció el sábado encabezando la rebelión en Andahuaylas, en el sureño departamento de Apurimac, aparentemente en nombre de su hermano Ollantay, al que se espera en la región de un momento a otro.
La población de Andahuaylas se sumó entusiasta al alzamiento. El gobierno ha tomado las cosas con calma. No le queda otra, porque el "cholo" Toledo, como el mismo se apoda, debido a su incapacidad y la corrupción en su gobierno, apenas goza de un nueve por ciento de popularidad y hay voces crecientes para que acorte su periodo convocando a nuevas elecciones.
¿Pero quiénes son los Humala? Primero hay que decir que provienen de una familia de clase media cuyo padre es un viejo luchador socialista. Su otro hijo, Hugo, parece ser el más radical de todos porque piensa que debe fusilarse a todos los que no piensan como él.
A pesar de su condición de militares los Humala casi con impunidad han estado activos políticamente. Fundaron el Movimiento Nacionalista Peruano, más conocido como Movimiento Etnocacerista, de tendencia indigenista, militarista y socialista.
Realmente es difícil establecer una referencia ideológica al movimiento, porque sus lideres a veces hablan como marxistas recalcitrantes y otras como fascistas. En lo que parecen claros es en su animadversión a los k'haras, al imperialismo norteamericano y su odio visceral a Chile. (Exigen la revisión del Tratado de 1929).
Además, en el plano internacional, sostienen que los aymaras y quechuas del norte de Chile, de Bolivia y de Perú "no reconocen fronteras y conforman una sola nación" con capacidad de gobernarse. Una proclama que representantes indigenistas hicieron ya en 1999 en su conferencia de Tacna.
Los etnocaceristas, en mayo del 2004 consiguieron la adhesión de los cocaleros peruanos para conformar un frente único de lucha contra "el sistema".
"Nuestro planteamiento es hereje e incluso es subversivo, porque en un país colonial como el nuestro todo movimiento nacionalista debe tender a la subversión", dijo Antauro Humala en septiembre del 2003.
Hace un par de años cuando militantes etnocaceristas fueron fotografiados con escopetas, sectores del gobierno pidieron su arresto. "No me asusta que me encarcelen porque el movimiento va a crecer, se va a fortalecer y el país sabrá más de nosotros. Las encuestas ya lo dicen, poco a poco somos más, y con esto vamos a aumentar", dijo.
El gobierno de Toledo, más ocupado en tapar o desmentir casos de corrupción, se hizo de la vista gorda ante los preparativos de los Humala que desde éste 1 de enero tratan de imponer sus ideas a balazos. El eje indígena-cocaleros peruano busca lo que por medios más democráticos, felizmente, tratan de lograr sus colegas bolivianos.
