Domingo 26 de enero del 2003
LA IZQUIERDA MERCENARIA
Por
Hernán Maldonado
En mi reciente visita a Caracas ví a tantos jóvenes enarbolando retratos del "Ché" Guevara y les escuché entonando canciones de Alí Primera, que no pude evitar retrotraerme a los años 60-70. Volvieron a mi los rostros de queridos compañeros desaparecidos.
Hace más de 30 años, casi 40, el germen revolucionario que implantó con su guerrilla de Ñancahuazú el "guerrillero heroico", floreció entre los universitarios, los jóvenes profesionales.
La mayoría de ellos fueron liquidados en la infame "Operación Cóndor" que funcionó como una máquina de precisión en Argentina, Chile, Uruguay, Bolivia, Brasil y Paraguay.
Ahora en las universidades venezolanas los jóvenes se desentienden de la política. Estos días, en medio de la colosal crisis en su país, lo que quieren es volver a clases. Y lo han dicho claramente: no están con el gobierno, ni con la oposición. El país les importa un pito. Lo que quieren es el cartón. Así de simple.
Y los otros jóvenes que alaban al Ché y entonan canciones de Alí Primera y que han bajado hambrientos de los cerros, son "revolucionarios" porque reciben un sueldo mensual por estar día y noche a las órdenes del ministerio del Interior. Conforman los grupos de choque del gobierno del presidente Hugo Chávez.
Creen que Chávez realiza una revolución en Venezuela, aunque el comandante-presidente no muestra en cuatro años de gobierno ninguna obra que justifique el gasto de un presupuesto de 110.000 millones de dólares y la pobreza haya subido de un 10 a un 17 por ciento.
Con sus retratos y sus canciones, miles de ellos pernoctan diariamente en la Plaza Bolívar y las inmediaciones del Palacio de Miraflores. Están siempre prestos a desbaratar cualquier manifestacion de la oposición, que ose acercarse al centro de la ciudad, con piedras, palos, botellas y pistolas.
Conforman grupos armados de matones, como los que operaron sangrientamente hace una semana en Charallave.
En los años 60-70 los jóvenes izquierdistas tenían más ideas que armas. Estos otros tienen más armas que ideas. Aquellos eran idealistas, estos son "revolucionarios" por unas monedas que les tira el gobierno.
En octubre pasado, al despedir a unos entrenadores cubanos, Chávez les dijo: "Llévenle a Fidel (Castro) el mensaje de que la semilla sembrada fructificó aquí en Venezuela, donde estamos bajo la idea del Ché Guevara".
No creo que al Ché le hubiera gustado tener por compañeros a "revolucionarios" que se compran con dinero.
Por esto me cuesta creer que en Bolivia haya ex guerrilleros de aquella época que ahora, desde sus cómodos butacones de profesionales medios, baten palmas por estos "izquierdistas" de nuevo cuño.
Esos jóvenes inmolados en Teoponte, como los Bonadona, los Paz Zamora, los Saavedra, los Ibargüen, jamás los habrían aceptado en sus filas. Ellos eran idealistas, no mercenarios.
Lo que vi en Caracas me sirvió para explicarme el porqué el 99 por ciento de la izquierda venezolana está en contra de Chávez.
Se le oponen, entre otros, el Movimiento al Socialismo (la tercera fuerza electoral en Venezuela hasta 1998) con un pasado guerrillero pro-cubano, el extremista grupo guerrillero Bandera Roja, la obrerista Causa Radical, y una docena más de partidos escindidos de estos. Es decir, la verdadera izquierda.
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