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Domingo 31 de agosto del 2003
MEGACOALICION GONI-FFAA
Por
Hernán Maldonado
La "fortaleza" del gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, a un mes del ingreso de NFR, no está en esa sopa de letras que incluye, además, al MIR, UCS, MNR, etc. sino en la "megacoalición" Goni-Fuerzas Armadas.
Si uno se pasea por los discursos de Goni en actos castrenses, desde poco después de subir al poder hace 13 meses, encontrará que el mensaje es de recordarle una y otra vez a los uniformados que en ellos descansa la preservación del sistema democrático, ergo, de su gobierno.
Tras los enormes abucheos de que fue víctima en Sucre el 6 de agosto y el 7 en la Parada Militar en La Paz, Goni dijo a los militares reunidos en la Plaza Villarroel: "Saludo a las FFAA, pilar de la democracia y guardianes de la unidad nacional, en este momento crucial de la historia, en el que debemos enfrentar grandes retos para garantizar la sobrevivencia del país".
Poco antes, el Presidente anunció la ratificación de todo el alto mando militar, y el comandante de las FFAA, general Roberto Claros, le dijo: "Las FFAA están alertas ante los enemigos internos que quieren dividir al pueblo boliviano", en obvia referencia a ese "Estado Mayor del Pueblo", al que en marzo le dio las puertas en las narices en el Gran Cuartel General de Miraflores.
Lo dicho este 7 de agosto guarda estricta consonancia con el discurso que pronunció Goni el 9 de abril en el aniversario de la revolución de hace 51 años. "Yo quiero decirles que nadie nos va a quitar el gobierno porque lo vamos a defender con las armas como defendimos la democracia en 1952", dijo en un discurso en Santa Cruz. Y ya sabemos quienes son los únicos dueños de las armas.
Con ratificar al alto mando militar, Goni mostró su reconocimiento a los hombres que en febrero pusieron el pecho a las balas para que no naufragara su inepto gobierno.
No sólo eso, sino que cuando se reveló el escándalo del alquiler de soldados en una hacienda de Santa Cruz para trabajos ajenos a su función castrense, el asustadizo Goni, en lugar de destituir a su ministro y pedir cuentas al generalato, lo que hizo fue dictar un decreto (ahora abrogado) no sólo justificando lo ocurrido, sino autorizándolo para el porvenir.
La acusación de la fiscalía sobre los culpables de lo ocurrido en febrero tibiamente alcanza a un puñado de militares. Aun así pueden esperar sentados los que creen que encararán a la justicia ordinaria. Para eso es que existe el fuero militar.
En el estricto sentido jurídico, ninguno de los militares que actuó en la Plaza Murillo es culpable de nada, si nos atenemos a lo que dice la Constitución. Otra cosa es llevar a la justicia a aquellos que encaramados en azoteas oficiaron de gatillos alegres, inclusive contra ambulancias.
Pero bueno, todo eso está bien para marear la perdiz. ¿O alguien ha visto en la cárcel al capitán Robinson Iriarte por oficiar de francotirador en Cochabamba durante la guerra del agua?
La singular megacoalición MNR-Goni-FFAA no es desinteresada porque incluye el reequipamiento de nuestros militares con un aporte de tres millones de dólares, además de donaciones de Estados Unidos, Alemania, Brasil, Austria y Taiwan. Se incluye los 10.000 fusiles que ya no utilizan las FFAA españolas.
Quizás por todo esto es que a Goni, en su afán de llegar al 2007, no le preocupa mucho que en el Parlamento reine el ocio y que nadie se ponga de acuerdo para elegir a medio centenar de altos funcionarios desde hace más de un año.
Total el socio principal es que el pesa en estas horas, al punto que ha sido el primero al que se le ha consultado qué es lo que finalmente debemos hacer con el gas tarijeño.
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