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Domingo 4 de mayo del 2003
LOS MARIACHIS CALLARON
Por
Hernán Maldonado
El Tio Sam no está de buen humor estos días. Por más que el presidente George W. Bush se esfuerza en hacérnoslo creer, Estados Unidos no saborea las mieles del triunfo en su guerra en Irak. Y hasta los mariachis callaron en la Casa Blanca.
Otra cosa hubiera sido si las tropas estadounidenses hubieran sido recibidas en Irak como lo fueron en la devastada Europa de 1944. Si Saddam Hussein hubiera aparecido colgado de los pies por su propio pueblo como lo fue Benito Mussolini.
Nada de eso ha ocurrido en Irak. Al contrario, en las calles lo que se ve son manifestaciones antinorteamericanas. Y no es que las mayorías iraquíes estuvieran encantadas de vivir bajo la tiranía de Hussein, sino que es claro que son distintos los valores político-religiosos árabes y estadounidenses.
Ahora Estados Unidos está viendo que se metió en un berenjenal. No aparecen las armas de destrucción masiva. Ni rastro aún de Hussein y ninguna prueba evidente de los nexos de su régimen con los terroristas de Al Qaida. Eso sí, abundante resentimiento antiyanqui. Una profunda división religiosa y
una gran escasez de talento político local para gobernar al Irak post-Hussein.
¿Para esos magros resultados era necesario ese despliegue militar como jamás se ha visto en la historia?
Peor aún, la victoria militar aparentemente le da escasos réditos a Bush en su empeño por ser reelegido el próximo año. La situación económica del país con sus ocho millones de desempleados habla del fracaso de su gestión y a menos que ocurra un milagro y pronto, la gente irá a votar con sus
estómagos vacíos.
Por eso quizás la bronca con los países que se opusieron en el Consejo Permanente a que invadiera Irak sin el aval de la Organización de las Naciones Unidas.
Chile, para congraciarse nuevamente, le acaba de respaldar incondicionalmente en sus declaraciones de fuerte crítica a los gobiernos de Cuba y Venezuela.
México padece el desdén de la Casa Blanca. El presidente Vicente Fox se ha quedado esperando dos veces que le devuelvan la llamada, algo que jamás ocurría anteriormente. Cuando finalmente le contestó Bush, el trato fue el de dos hombres de negocios antes que el acostumbrado de viejos amigos.
Lo último es que la Casa Blanca, aduce tener otros asuntos que atender para cancelar lo que en los últimos años era un acontecimiento de primer nivel en la residencia de la Avenida Pensilvania. Este año no se programó el festejo del 5 de mayo. Los mariachis callaron en la Casa Blanca para conmemorar la Batalla de Puebla.
Alemania y Francia también pagarán lo suyo. Por lo pronto el Tio Sam decidió dividir Irak en tres zonas, sin ninguna participación de estos dos países. Una zona estará a cargo de Polonia, la otra por
Gran Bretaña y la tercera por Estados Unidos.
Joschka Fischer, ministro de relaciones exteriores de Alemania, tomó la decisión del Tio Sam diplomáticamente al sostener que se inscribe dentro del deseo de Berlín de dar a la ONU un papel en la reconstrucción de Irak. Pero Estados Unidos reduce ese papel sólo al aspecto humanitario.
"Ellos pueden hacer lo que quieran", dijo a la Associated Press un diplomático francés. Comentó así el que la ONU no designara quiénes aportarán tropas, sino que Estados Unidos ya invitó, y aceptaron,
Dinamarca, Holanda, Italia, España, Bulgaria y Ucrania.
A pesar de las claras señales, el único país que aparentemente ha percibido diáfanamente el mal humor de Washington es Cuba. No se ha puesto a temblar, pero como para espantar su propios miedos, el propio Fidel Castro le ha advertido que preferirá desaparecer a rendir su "paraíso socialista".
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