UN POLITICIO EN ASCENSO EN EEUU

Por Hernán Maldonado

A los 39 años el flamante senador Marco Rubio tiene un largo camino por recorrer en la política, pero algunos creen que su tiempo ya ha llegado y lo ven como el eventual candidato que el 2012 se convertirá en el primer hispano presidente de Estados Unidos.

Rubio, un miamense de padres cubanos que huyeron de la dictadura castrista y que rehicieron su vida en Las Vegas y Miami, ha mostrado una capacidad de organización fuera de lo común. Hasta hace unos meses nadie pensaba que podría dejar en la lona a Charlie Crist, su más serio rival en la carrera por un puesto en el Senado federal que dejó vacante Mel Martínez.

Su aplastante triunfo por más de 14 puntos porcentuales respecto a lo obtenido por el popular ex gobernador de la Florida en las elecciones del martes pasado, han puesto a Rubio cerca de las nubes. The Miami Herald informó que ya hay sitios en Internet: rubio2016.com, marcorubioforpresidente.com, y marcorubio2020.com.

El joven senador, cuando tenía 15 años, convenció a su familia a trasladarse de Las Vegas a Miami porque estaba seguro que si se quedaban allí, él y sus hermanos acabarian siendo cantineros y camareras, como su padre y madre.

Sus grandes cualidades las expuso en la Cámara de Representantes de la Florida, donde ocupó dos veces el cargo de presidente. Casi sin medios financieros, se decidió a retar a Crist que tenía ya 5 millones de dólares para su campaña y un enorme respaldo ganado como gobernador del Estado floridano.

Rubio pulverizó todos los pronósticos poniéndose a la derecha del Partido Republicano como un alto exponente del Tea Party cuyo discurso encuentra estos días oídos receptivos en buena parte del electorado estadounidense como se comprobó en los comicios del martes cuando los demócratas del presidente Barack Obama recibieron una paliza.

El nuevo senador propone mano dura contra los Castro, mayor alianza con Israel, luchar a favor del recorte de los impuestos, frenar el gasto exagerado, excepto el militar, desmontar la reforma del Seguro Médico (hazaña de Obama). Irónicamente, éste hijo de inmigrantes, propugna leyes anti-inmigratorias más duras que las de Arizona.

Rubio, cuya esposa es colombiana, es un formidable orador, tiene un carisma especial para atraer simpatizantes con una sonrisa de adolescente y siempre parece tener la capacidad de decir lo que la gente quiere escuchar. Hace años abandonó la Iglesia Católica por la evangélica y aunque habla bien el español, la noche de su gran triunfo no dijo ni un "gracias" en este idioma a los hispanos que lo aclamaban en un céntrico hotel miamense. Amanecerá y veremos.