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Viernes 24 de diciembre del 2010
LA JUSTICIA TARDA, PERO LLEGA
Por
Hernán Maldonado
La dictadura no es blanda o dura, es simplemente dictadura. Pero puede ser embozada, como lo es la que encabeza en Venezuela actualmente el teniente coronel Hugo Chávez, o abierta y descarnada como lo fue el régimen del general Jorge Videla en la Argentina de los años 70, quien acaba de ser sentenciado a cadena perpetua por sus crímenes.
Chávez, "en nombre del pueblo", asalta propiedades, lleva al suicidio, encarcela a sus oponentes, atenaza a los medios o los cierra, confisca y asfixia a la empresa privada, acalla a la Iglesia, exilia, ordena juicios, anuncia sentencias, deja morir a huelguistas de hambre, y le muestra la boca de un fusil a todo el que se le opone. Legisla, juzga y ejecuta.
Videla hizo correr ríos de sangre en la Argentina en nombre de "la patria, Dios y hogar". Todo lo que oliera a izquierda fue destruido. Las horribles torturas están documentadas. Según fuentes oficiales murieron asesinados 13.000. Organismos de DDHH dicen que fueron no menos de 30.000.
Era la época de la "internacional de las espadas". Pero había regímenes demócráticos en cuyos medios se publicaban las atrocidades de Videla y sus compinches. ¿Condenaban esos gobiernos al dictador argentino?
Lamentablemente no. Peor todavía recibían al sátrapa en alfombra roja. ¿O alguien me va a desmentir que Carlos Andrés Pérez no recibió en Caracas a Videla?
Ahora Venezuela vive una vil dictadura. La más reciente hazaña de Chávez es la de haber desconocido los resultados de las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre. La nueva Asamblea Nacional a instalarse el 4 de enero fue convertido en un florero chino. Se reunirá cuando el régimen lo quiera. Peor aún la actual AN le cedió poder habilitante para gobernar mediante decretos-leyes por 18 meses.
La agonizante AN aprobó en 15 días 25 leyes, la mayoría inconstitucionales, como la que los diputados no podrán votar sino de acuerdo a los mandatos de los partidos por los que fueron elegidos, violando el Art. 201 de la Constitución que establece la libertad de conciencia. Es más, podrán ser sancionados al silencio por 30 días o ser destituidos velozmente.
En América Latina hay actualmente gobiernos democráticos. Todos vuelcan la cara a otro lado. La Carta Interamericana que sanciona a regímenes que desvirtúan su orígen democrático, sólo puede ser invocada por algún país miembro de la OEA. Todos callan. La dictadura de Videla era odiosa en extremo y era de derecha. Chávez encabeza una dictadura de "izquierda". ¿Cuál la diferencia si los Derechos Humanos están pisoteados?
Videla se creía eterno y ahora lo espera una cárcel. La justicia tarda, pero llega. No tengo ninguna duda que lo mismo ocurrirá con Chávez. Tengo fé en el pueblo venezolano. Mucho más porque desde Venezuela es que se extendió la luz de la libertad al continente.
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