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Viernes 24 de febrero del 2017
EVO MORALES APRUEBA REPLICA A CHILE EN LA CIJ
Por
Hernán Maldonado
La prensa internacional destaca estos días las diferencias entre un presidente democrático y un socialista del Siglo XXI valiéndose de dos fotografías. El jefe de Estado de Argentina, Mauricio Macri viajó a Madrid en un vuelo de aerolínea comercial, mientras su colega Evo Morales fue a La Haya en “su” avión de 38 millones de dólares. El argentino en busca de abrir su país a las inversiones y estrechar lazos con España, el caudillo cocalero a supervisar la réplica boliviana a la posición chilena en la demanda que ambos países sostienen ante la Corte Internacional de Justicia.
Morales pasará a la Historia, sin ninguna duda, por ser el presidente de Bolivia que más viajes ha realizado. Ha visitado 46 países, en 178 viajes, en sus 10 años de gobierno. Internamente ha realizado 4.624 viajes. Muchos de esos viajes, con dineros del erario nacional, se efectuaron sin motivo trascendente, como cuando fue a Sudáfrica y Brasil a la inauguración de la Copa Mundial. Futbolista empedernido, también viajó a un partido amistoso contra Costa Rica en Argentina y a la inauguración de
2 Copas América. Estuvo en Venezuela en 20 ocasiones y el 2015 fue al cumpleaños 89 de Fidel Castro. En mayo del 2016, el caudillo, volvió a La Habana “para compartir
ideas, nuevos programas, cómo integrarnos en toda América Latina” con Raúl Castro.
Si Morales casi no está en su despacho, ¿quién gobierna? Hace algunos años hice la pregunta en La Paz a dos colegas prestigiosos. “Evo es el que manda”, me dijeron. Pero mandar no es gobernar . Entonces supe que en el palacio de Miraflores, en Caracas, existía una sala situacional para todo lo relacionado con Bolivia. Hugo Chávez estaba encantado con su “indio”. Apenas fue elegido le regaló $30 millones en cadena nacional de radio y TV. ¿Va a ser mensual?, le preguntó cínicamente el beneficiado. El primer anillo de seguridad de Morales era integrado por militares venezolanos. Chávez le cedió dos helicópteros con su respectiva tripulación. La modesta embajada venezolana de la Plaza Isabel la Católica se convirtió en un enorme edificio blindado en la zona sur desde donde despachaban más de 300 funcionarios. En lo mejor de la luna de miel de
Chávez y su “indio” (el militarote desconocía que el término es casi despectivo en Bolivia porque desde la Revolución Nacional se los llama “campesinos”) llegaron 70 ambulancias a Bolivia donadas por Caracas, así como $5 millones para “mejorar o reparar cuarteles militares” (Parte de ese dinero malversado por lo que ahora varios militares enfrentan juicios). El caso del paraguayo-venezolano Carlos Gill necesita otro capítulo por las enormes inversiones realizadas con la compra, principalmente de medios de comunicación. Lo mismo puede decirse del ex embajador de Venezuela en La Paz, Julio Montes, que apareció comprando Ferroviaria Andina ¿Su sueldo diplomático alcanzaba para tanto?
Volviendo al principio. Morales fue a La Haya a echarle un ojo a la réplica que Bolivia presentará el 21 de marzo contra Chile y volvió convencido de que se trata de “una propuesta para demoler la “contramemoria de Chile”. El 2013 Bolivia demandó a su vecino para que la CIJ le obligue a sentarse en una mesa de negociaciones para eventualmente solucionar la mediterraneidad de Bolivia, causada por la invasión chilena a su Litoral en 1879. Morales demostró en enero, en su décimo mensaje al Congreso, que tiene enormes dificultades para leer cifras, pero fue a La Haya como experimentado jurista y ha vuelto optimista. Cada vez más le hace creer a los bolivianos que la vuelta al mar está cerca. Aún en el caso de que la CIJ falle a favor de Bolivia ¿quién le obligará a Chile a sentarse en una mesa de negociaciones? Sería interesante que Morales supiera en qué quedaron los fallos de la CIJ en los diferendos entre Colombia y Nicaragua (11 años de litigio) y, más recientemente, entre China y las Filipinas.
En todo caso, esto tira para largo y Morales ya no estará en el poder. Amanecerá y veremos.
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