Domingo 8 de febrero del 2009
POR UN PUÑADO DE DOLARES
Por
Hernán Maldonado
No, no me propongo reseñar hoy el viejo spaghetti western de Sergio Leone que lanzó en 1964 a la fama a Clint Eastwood. De lo que se trata es de la tristeza que ocasiona ver al presidente de Bolivia, Evo Morales Aima, como sujeto de las "cariñosas" burlas de sus colegas Rafael Correa y Hugo Chávez Frías.
Hace unos años la embajadora de Estados Unidos en Bolivia, Donna Rinack, enfureció al presidente Hugo Bánzer Suárez cuando, contrariada por una decisión judicial favorable a unos narcotraficantes, aseguró que "los bolivianos no tienen cojones".
Pero, como lo resumieron columnistas de la época, no tiene la culpa el mono, sino quien le da el palo. Bánzer, durante su dictadura y en su periodo democrático permitió la grosera injerencia extranjera en nuestros asuntos internos. Claro, hasta para pagar a los empleados públicos dependíamos de Washington.
Morales al llegar al poder buscó romper esa dependencia, y en más de una ocasión justificó la torpe expulsión del embajador estadounidense Philip Goldberg, de la DEA y de USAID, diciendo que exigía respeto y que lo hacía en defensa de la soberania nacional. Pero "salimos" del "imperialismo norteamericano" para caer en los brazos del "petroimperio".
La soberania nacional ha sido mancillada groseramente en los tres años de gobierno de Morales. Ha bastado que los petrodólares caribeños fluyan a las arcas oficialistas para que el régimen se haya entregado al sátrapa en cuerpo y alma, al punto que el líder opositor venezolano, Manuel Rosales, comparó a Morales, Correa, y al nicaragüense Daniel Ortega con "las rocolas que tocan cuando les meten dinero".
Y en cuanto al respeto que pide Morales, lo ocurrido el 3 de febrero en Cumaná, Estado de Sucre, es verdaderamente humillante para el gentilicio, cualquiera sea nuestra posición respecto a su gobierno. Algún diario boliviano la calificó de "vergüenza indescriptible".
No sólo que Morales permitió que lo de su operación nasal fuera anunciado por Chávez antes que por sus voceros bolivianos, sino en la forma en que lo hizo cuando precisó que: "El indio lo que tiene es el tabique desviado", y que la lesión se debía a "un golpe que se dio cuando estaba arreando llamas y ovejas en las alturas...allá por Perú".
Hace dos años el presidente de Brasil, Luis Inacio Lula da Silva, apareció en una foto acariciando paternalmente la cabeza del "indio" en una cumbre en Cochabamba, pero que Chávez aluda así al presidente de Bolivia en una cadena nacional de radio y TV, da pena ajena.
Y eso no fue todo, sino que al día siguiente, en otra sesión radiotelevisada, Correa y Chávez se rieron a mandíbula batiente de Morales porque según contó Chávez, el presidente ecuatoriano le sugirió a su colega boliviano "que aprovechara la operación para respingarse la nariz".
Lo anterior se suma al anuncio de Radio Caracas TV de que no pasaría segmentos del discurso pronunciado por Morales el 2 de febrero en Caracas porque la estación violaria la Ley de Medios que prohíbe en Venezuela el uso de lenguaje obsceno en horario infantil. Otra "vergüenza indescriptible".
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