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Domingo 20 de enero del 2008
A CONFESION DE PARTE...
Por
Hernán Maldonado
Los discursos del presidente Hugo Chávez se han vuelto tan repetitivos, que el pasado 11 de enero apagué el televisor cuando iba a iniciar su Memoria y Cuenta a la Asamblea Nacional de los "logros" de su gobierno durante el 2007, de modo que me perdí su terrible admisión de que consume un derivado ilegal de la coca, que se lo envía su colega boliviano Evo Morales.
Cuando me lo contaron, simplemente no lo creí de modo que acudí a varias fuentes para obtener la transcripción de esa parte del mensaje difundido nacional e internacionalmente por cadena de televisión y radio.
La cita completa (para que no se diga que fue tomada fuera de contexto) es la siguiente: "Yo mastico coca todos los días en la mañana (flexionando el brazo izquierdo en alto y mirando sus biceps). Evo me regaló, me regaló. Así como Fidel (Castro) me manda helados de Copelia y otras muchas cosas que me llegan muy frecuentemente de La Habana, Evo me manda pasta de coca. Se los recomiendo, se los recomiendo..."
Los abogados penalistas citan frecuentemente el aforismo según el cual: "A confesión de parte, relevo de prueba". Es decir que no hay nada más que discutir ni probar. Chávez admite ser un consumidor del basuco, la fase en bruto de la cocaína. Mi colega Charito Rojas, del diario venezolano Notitarde, cree que esa es la razón de los desajustes mentales recientes del militar venezolano.
Pero lo grave está también en que coloca como a narcotraficante al presidente boliviano, porque la ley prohibe la fabricación, distribución y consumo de la pasta básica. Si no, que lo digan los centenares de individuos encarcelados en Bolivia.
El masticar coca, como lo hacen ancestralmente indigenas bolivianos, es completamente distinto a consumir basuco, según los establece el artículo 3 de la Ley 1008 en Bolivia que copio: "Para efectos legales se establece una diferencia esencial entre la coca en estado natural, que no produce efectos nocivos a la salud humana, y la coca "iter criminis", que es la hoja en proceso de transformación química que aisla el alcaloíde cocaína y que produce efectos psicofisiológicos y biológicos nocivos para la salud humana y es utilizada criminalmente".
El basuco es conocido con varios nombres. En Bolivia se le llama pitillo; en Ecuador, baserolo y en Colombia, patraseao, bazuca, susuki, suko, ansia-loca, moto-pecoso, entre otros.
Los expertos afirman que se trata de un producto estimulante del sistema nervioso derivado de la pasta de la coca, producida en el proceso de transformación de las hojas de coca en cocaína cristalizada, que no se disuelve en agua, que tiene un punto de fusión más alto que la cocaína y es de más rápida absorción por el cuerpo.
La admisión de Chávez casi ha pasado bajo la mesa en medio de la descarada injerencia venezolana en los asuntos internos de Colombia. Con excepción de pocos artículos como el de Charito Rojas, la mayor parte de la crítica venezolana parece mirar a otro lado, si es que no se tapa las narices.
¿Y cómo andamos por casa? Pues como nadie salió a decir ésta boca es mía, habrá que añadir el basuco a nuestras exportaciones. Digo yo.
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