CAMPEONATO DE RIDICULOS

Por Hernán Maldonado

La penúltima semana del mes que agoniza quizás será recordada en la posteridad como la de los ridículos mayúsculos, al punto que pareciera que podría haberse tratado de un campeonato para saber quién lo hizo peor.

El candoroso "retrato hablado" que entregó la policía boliviana del asesino de un taxista hizo reir a medio mundo. Como está hecho en papel cuadriculado, quizás fue el pequeño hijo de un policía el que lo hizo.

Un comentarista de RNT24 de Colombia le dedicó un buen espacio en uno de sus programas de opinión, mientras los visitantes de You Tube se dieron un banquete, no sólo con ese "identikit", sino con la "revelación" de un canal de TV boliviano que afirmó que el asesino fue detenido "gracias" a ese retrato hablado.

El coronel Muamar Gadafi, el impresentable tiranuelo libio, dijo en Roma a un grupo de 200 aspirantes a aeromozas y sin que se le mueva una arruga del rostro: "¿Vosotras creéis que Jesús fue crucificado? Pues no lo fue. Lo tomó Dios y lo llevó al Cielo. Crucificaron a otro que se le parecía". Otras sandeces por el estilo son irrepetibles.

Su amigo del alma, Hugo Chávez el furibundo neobelicista que durante el golpe de Estado del 4 de febrero de 1992 se escondió en el baño del Museo Militar de Caracas antes de rendirse tras los primeros disparos, afirmó que su colega Alvaro Uribe "es un desgraciado porque ha desgraciado a Colombia".

¿Será que en Colombia escasea el agua potable, que hay racionamiento electrico, que los hospitales no tienen insumos, que las escuelas están en ruinas, que los delincuentes matan 15.000 ciudadanos anualmente, que las carreteras saltan en pedazos y que la basura se acumula en sus ciudades?

El "pitiyanqui Uribe" ¿será el que le vende al odiado imperio un millón de barriles de petróleo diarios para mantenerse en el poder? La "desgraciada Colombia" ¿será la que ha recibido en la última década más de 1.000.000 de millones (12 ceros) por los altos precios del petróleo? Y ¿será el país más corrupto de Sudamérica, según Transparencia Internacional?

Y el presidente Barack Obama incurre también en el ridículo con sus exageradas venias ante dignatarios extranjeros. Antes fue duramente criticado tras doblar la espalda ante multimillonarios jeques árabes de cuyos regímenes "democráticos" hay fundadas dudas y realmente exageró inclinándose la semana pasada ante el emperador japonés Akihito.

El diario Los Angeles Times en una extensa nota y con innegable doble sentido tituló su análisis; "Cuán bajo pretende llegar...". Recordó que a Dick Chenney, el vicepresidente de George W. Bush, sólo le bastó tenderle la mano al mismo emperador.

Hay quienes estiman que Obama trata de mostrar humildad para contrarrestar la fama de arrogancia que se atribuye al "Americano Feo", pero pueda que esos gestos no le estén dando resultados, aparte, claro está, de los irresueltos problemas internos del país. La reciente encuesta Gallup muestra que por primera vez desde que asumió el cargo sus simpatias entre el electorado bajaron a menos del 50 por ciento.

En las grandes competencias deportivas como los Juegos Olímpicos, Estados Unidos ha sido tradicionalmente el único país cuyo abanderado no inclina jamás su enseña de las barras y las estrellas frente al palco oficial, quienquiera sea el que lo presida. Por ésto es que a muchos les parece ridículo que su Presidente se doble ahora ante otros jefes de Estado. Tan simple como eso.