Tierra Lejana-- Página de Hernán Maldonado




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Domingo 27 de mayo del 2007


"BOLIVIA NO ES VENEZUELA"

Por Hernán Maldonado

Aunque las evidencias son abrumadoras sobre la injerencia venezolana en los asuntos internos bolivianos, algunos columnistas sostienen estos días que "Bolivia no es Venezuela" y vaticinan que el presidente Evo Morales no podrá salirse con la suya como lo hace en su país el petrodictador Hugo Chávez Frias.

La misma tonada, pero con otra letra, la escuché antes: "Venezuela no es Cuba" pero resulta que el teniente coronel se apoderó de su país al estilo castrista. Y trata de exportar su "revolución" con una gruesa billetera, a diferencia de su mentor cubano que hace años buscó lo mismo, pero con ametralladoras.

Chávez ha destruido el aparato productivo interno so pretexto de aniquilar a la "oligarquía". Se ha apoderado de fábricas, de haciendas. Se ha peleado con la Iglesia Católica (ha llamado a su jerarquía: "Diablos con sotanas"); creó una organización sindical paralela a la legendaria Confederación de Trabajadores de Venezuela y ha hecho lo mismo con empresarios hambrientos de asirse a la riquísima ubre petrolera. Destruyó PDVSA destituyendo a 20.000 trabajadores calificados, lo que derivó hasta hoy en casi un millón menos de barriles producidos. Tras su efímera destitución de abril del 2002 descabezó a los "institucionalistas" de las Fuerzas Armadas, pero por si acaso ha creado una fuerza pretoriana de 100.000 hombres. La Asamblea Nacional fue reducida a una cofradía de levantamanos, sin ningún partido opositor presente, y aún así la anuló por completo a comienzos del 2007 otorgándose una "ley habilitante" que le permite gobernar mediante decretos durante seis meses. El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), en un fallo histórico determinó que su derrocamiento no fue propiamente un golpe de Estado (Aquél día el general Lucas Rincón anunció al país por cadena nacional que, a raíz de la matanza ocurrida en Caracas, el alto mando le había pedido la renuncia a Chávez, "la cual aceptó"). Ese fallo, calificado de "plasta" por el petrodictador, provocó su ira y más después se apoderó del TSJ elevando de 20 a 32 el número de magistrados para tener siempre mayoria. La Fiscalia, la Pocuraduria y la Defensoria del Pueblo ("En Venezuela no hay presos políticos, sino políticos presos", según su titular Germán Amundaraín), no son sino extensiones del despacho de Chávez, empeñado en imponer en su país (y más allá) el "Socialismo del Siglo XXI".

Ahora se le ocurrió acallar a la prensa. De la manera más burda cierra a RTCV, la más grande televisora independiente del país, fuerte crítica de su desgobierno. Empieza a caer pedazo por pedazo la libertad de expresión, pese a la repulsa mundial y la oposición del 80 por ciento de los venezolanos, lo que significa que ni sus partidarios aceptan el atropello. Entra en vigencia el "Silencialismo del Siglo XXI", como en Cuba.

Los seguidores de los dictadores caribeños en Bolivia se quejan sin tapujos de que tienen "el gobierno pero no el poder" y hacia allá van cubiertos, además, por una nefasto racismo y un bochornoso resentimiento social. El primer día descabezaron a dos promociones militares y ahora les encandilan con petrodólares para arreglar sus cuarteles y comprarse uniformes (Chávez instituyó el "bozal de arepa" consistente en generosos créditos a sus uniformados para la compra de casas, vehículos, etc). La prensa independiente es amenazada por Morales cotidianamente. Los adversarios políticos son calificados de agentes de la CIA o el imperio y es manipulada la Asamblea Constituyente. El régimen de entrada quiso apoderarse del Poder Electoral y ahora está empeñado en capturar el Poder Judicial. Claro, como en Venezuela, quiere estatizar la educación y se ha estrellado contra la Iglesia Católica. En su nueva óptica ésta debe dedicarse sólo a rezar. ¡Qué descaro! Por años estos políticos chapuceros pedían el auxilio de la jerarquía cada vez que tenían el agua al cuello.

Ojalá que Bolivia no transite ese valle de lágrimas en que ha convertido a Venezuela el petrodictador.





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