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Domingo 16 de abril del 2006
¿ARCE GOMEZ O SANCHEZ DE LOZADA?
Por
Hernán Maldonado
La justicia boliviana tendrá que vérselas primero ¿con Luis Arce Gómez o con Gonzalo Sánchez de Lozada? La respuesta quizás sea: Con ninguno de los dos. Por lo menos no en el futuro inmediato.
El caso de la eventual extradición del ex presidente desde los Estados Unidos está lejísimos y entretanto pudiera servirle al actual gobierno para mantener distraido al vulgo.
Sánchez de Lozada goza de buenas simpatías en los círculos de poder estadounidenses y hasta un novel abogado lograria hacer valer como jurisprudencia los recientes casos del cubano Luis Posada Carriles o de los militares venezolanos Germán Varela y José Colina quienes, pese a que un juez ordenó sus expulsiones, seguirán en Estados Unidos sine die porque sus abogados lograron sembrar suficientes dudas de que sus defendidos difícilmente conseguirian juicios justos en su país o sufrirían torturas en manos de sus enemigos políticos.
Más posibilidades hay que Arce Gómez sea el primero en llegar a Bolivia y no por su propia voluntad. El "ex ministro de la cocaína", sentenciado a principios de 1991 en Fort Lauderdale, cerca de Miami, a 30 años de cárcel, cumplirá más de la mitad de su condena el 2007 y su libertad condicional está prevista para el 23 de noviembre, según el Buró de Prisiones.
Arce Gómez buscó sin éxito una libertad anticipada en 1999. Cuando un extranjero preso sale en libertad, Estados Unidos lo deporta inmediatamente a su país de origen. En su caso es posible que sus abogados ya estén pensando en recursos tipo Varela, Colina o Posada Carriles porque, aunque pasó más de un cuarto de siglo desde los hechos de 1980, en Bolivia todavía hay quienes se la tienen jurada, mucho más entre los que creen que Arce Gómez es el único que sabe dónde está el cadaver de Marcelo Quiroga Santa Cruz.
En todo caso ese podría ser otro capítulo en las tribulaciones judiciales del ex ministro del Interior del dictador Luis García Meza, porque si se da su repatriación a Bolivia, a su llegada será recluido en Chonchocoro en virtud de la sentencia a 30 años de cárcel que en ausencia le impuso la Corte Suprema de Justicia del 21 de abril de 1993.
Arce Gómez cumplirá 68 años el próximo 10 de junio. Tras pasar los primeros años de su condena en una rigurosa cárcel federal de Memphis, estado de Tennessee, fue trasladado hace casi una década a Coleman, una prisión de baja seguridad situada a unos 90 kilómetros al noroeste de Orlando, en la Florida.
En todos estos años una sola vez pude contactarlo. El 27 de agosto de 1997 me reveló en una carta que se hallaba muy enfermo, diabético y arteroesclerótico y "completamente sordo y casi ciego".
No obstante poco después fue entrevistado por el juez Alberto Costa Obregón, quien reveló que el ex ministro guarda un enorme resentimiento contra las autoridades estadounidenses a las que calificó de "cerdos". Lo único que el juez pudo sacarle es la promesa de que hablará cuando regrese a Bolivia.
Fue la época en que pese a que desmentí rotundamente a través de ANF una información en la prensa boliviana que hablaba de una "inminente liberación" de Arce Gómez, el gobierno distrajo al populacho anunciando la formación de una comisión para lograr la "inmediata" extradición del ex ministro.
Tan a pecho tomó el gobierno el rumor que el embajador de Bolivia en Estados Unidos, Fernando Cossio y el asesor legal de la cancilleria, Saúl Lara, entregaron la solicitud de extradición en Washington el 29 de julio de 1997.
El viajecito de los funcionarios de la cancilleria y el que realizó posteriormente el propio Costa Obregón, fueron cargados a la cuenta de los gastos reservados. ¿Cuánto se gastó en pasajes, hoteles y viáticos? Lo único que se sabe es que sólo por la traducción de los obrados del Juicio de Responsabilidades se gastó 40.000 dólares. Todo para nada.
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