Invariables inconductas castrochavistas
Por Hernán Maldonado (*)
La prensa mexicana, inclusive desde sectores afines a Andrés Manuel López Obrador, criticó la cobarde arremetida de este populista contra el periodista Carlos Loret de Mola.
Desde que asumió el poder, AMLO, como es mejor conocido, se estrella contra la prensa que no le es sumisa. Una vez advirtió a Jorge Ramos, de Univisión: “Si ustedes se pasan, pues ya saben lo que sucede. Pero no soy yo; es la gente”.
Y "la gente" (vaya uno a saber si solo son los narcotraficantes) ha asesinado este año, en apenas 40 días a 5 periodistas mexicanos.
La mas reciente canallada del parlanchin mañanero (ofrece ruedas de prensa cada mañana) fue contra Loret de Mola, quien reveló que el hijo de AMLO, José Ramon López Beltran, vivía a todo lujo en la mansión de un magnate en Houston, quien casualmente tiene enormes negocios con PEMEX, la estatal petrolera mexicana.
(Un soberano revés a la prédica de AMLO de culto a la austeridad)
Furibundo, AMLO reveló las fuentes de ingreso del periodista como instruyendo a sus secuaces que le caigan con impuestos. Violó la vida privada de una persona, lo que esta prohibido por ley.
La abominable conducta de AMLO es caracteristica de los mandamases del socialismo del Siglo XXI, castrochavistas.
Fidel Castro, el amo mayor, solía intimidar a los periodistas que le hacian alguna pregunta incómoda. Peor aún, era normal que se impidiera la entrada a Cuba de periodistas que podrían ser demasiado acuciosos.
El dictador venezolano Hugo Chávez Frías, cuando no le gustaba una pregunta, rojo de ira solía dirigirse al periodista e interrogarlo: ¿Cuál es tu nombre? y ¿A qué medio representas?, como para que sus genízaros tomaran debida nota del "insolente".
El ecuatoriano Rafael Correa, exilió (como Chávez) a decenas de periodistas, persiguió judicialmente a los medios y en una rueda de prensa tuvo la desverguenza de llamar a una periodista: "gordita horrorosa..."
En Bolivia el dictador Evo Morales Aima también persiguió a periodistas, los acusó públicamente de ser el "cartel de la mentira" y a varios los enjuició o hizo que perdieran sus trabajos.
En una ocasión amenazó públicamente revelar la vida privada de un periodista con su "segundina" en represalia por una pregunta que no le gustó.
Así nomás son las cosas con los zurditos que se llenan las bocas clamando por el respeto a los derechos humanos...
(*) Hernán Maldonado es periodista, ex UPI, EFE, dpa, CNN, El Nuevo Herald. Por 43 años fue corresponsal de ANF de Bolivia.