El periodismo, una profesión, ¿por desaparecer?

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El periodismo, una profesión, ¿por desaparecer?

Por Hernán Maldonado (*)

Si uno de mis vástagos me anunciara uno de estos días que va a estudiar periodismo, no sé si me alegraría o apenaría.

En Estados Unidos no es obligatoria la colegiación para ejercer como periodista. De hecho, grandes periodistas de prensa, radio o TV, jamás pisaron una escuela de comunicación social.

Quizás me alegraría porque seguirá una profesión (hermoso oficio, lo llamó Gabriel García Márquez) a la que le he dedicado 66 años de mi vida.

Pero me apenaría porque el mercado laboral cada vez es más estrecho. Hace muchísimos años que desaparecieron los diarios vespertinos y los matutinos están en vías de extinción. En 1980 había en EE.UU. alrededor de 10.000 diarios de todo tipo, hoy la cifra no llega ni a un tercio.

En Miami, con más de 2 millones de habitantes, solo sobreviven El Miami Herald (inglés), su versión en español, El Nuevo Herald y El Diario de las Américas, que ya no circulan los 7 días a la semana y con ediciones restringidas.

Hay días en que El Nuevo publica 12 páginas… (En los años 80, solo la sección deportes tenía 8 páginas). El Herald y El Nuevo contaban con 3.800 empleados. Hoy parece que el personal fijo no llega ni a la décima parte. Ha desaparecido hasta el imponente edificio que los albergaba.

Son muchas las causas de la agonía y muerte de los diarios en EE.UU y en otros países del mundo. Pienso que la principal es el auge de las redes sociales. El que más y el que menos cuenta con un celular y le basta con informarse con un titular.

Hace más de una década los diarios ensayaron (como El País, de España) cobrar por sus ediciones digitales y no les fue bien, de manera que volvieron a la gratuidad, pero en los últimos tiempos esta generalizándose la suscripción digital a ínfimo costo.

Pero tampoco eso es garantía de fuentes de trabajo, porque los mismos periodistas de las ediciones impresas son los encargados de la versión digital.

La tecnología (como ocurrió con la Revolución Industrial) ha eliminado en poco tiempo fuentes de trabajo. En un diario impreso, por ejemplo, dejaron de existir los fundidores de plomo, los linotipistas, los cajistas, teletipistas, paginadores, tituladores, correctores de prueba, jefes de información, de redacción, etc.

Y también desaparecen en las versiones digitales. Cuando trabajaba en CNN, los periodistas teníamos auxiliares para que nuestros escritos sean puestos en línea, había encargados del archivo de fotografía, el que colocaba las fotos escogidas en el texto, etc. Con el tiempo, todas esas funciones las hacia el propio periodista.

¿Va a dejar de existir el periodismo? La respuesta es ¡NO!, lo que pasará, según veo, es que el periodista verá cada vez más reducido el mercado laboral. Tendrá que ser polifuncional y conocer el inglés.

Un catedrático me dijo hace algún tiempo que en Bolivia ya no egresan periodistas, sino relacionadores públicos, especialistas en redactar comunicados, dado que ahora proliferan los “periodistas” de las redes sociales.

En 1970, mi entrañable amigo Carlos Tovar Gutzlaff, me decía que en Bolivia había 5.000 graduados inscritos en los Colegios de Abogados y los que verdaderamente ejercían la profesión no llegaban ni a la quinta parte de esa cifra.

Le pregunté a qué se dedicaba el resto: Fue directo como un disparo: “A cualquier cosa. Conozco a ex alumnos míos que son taxistas, autobuseros, comerciantes. O como tú… ¿Para hacer lo que haces te quemaste las pestañas 5 años en la UMSA?, me regañó, el excelso jurisconsulto boliviano.

(*) Hernán Maldonado es periodista. Ex UPI, EFE, dpa. CNN, El Nuevo Herald. Por 43 años fue corresponsal de la Agencia de Noticias Fides.