Javier Milei: ¿Y ahora qué?

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Javier Milei: ¿Y ahora qué?

Por Hernán Maldonado

El flamante presidente argentino es calificado como “un león” y él mismo se considera “un animal” que no retrocede y que da la pelea al que la busca.

Javier Milei está llamado a demostrarlo, si quiere verdaderamente arreglar el desastre en que le han dejado el país los kirchneristas, la horda de políticos mafiosos pervertidos del peronismo.

El 1 de marzo en la noche pronunció un discurso-informe a la nación de kilates. No dejó nada olvidado. Lo elaboró, no solo como un avezado economista, sino como un político sui generis.

Un maleducado diputado kirchnerista lo escuchó de espaldas en el hemiciclo y el piquetero Juan Grabois, se burló del discurso (llamó rock-star a Milei). Obvio que le dolió que el presidente lo calificara como uno de los “jinetes del fracaso”, junto con Sergio Massa, Pablo Moyano y Máximo Kirchner…

¿Y ahora qué?

Mi talentosa colega Fátima López escribió que cree que Milei saldrá exitoso en su empeño. Yo le expresé mis dudas.

Milei cumplirá en una semana tres meses de gobierno aguantando un temporal de paros, huelgas, bloqueos, insultos, amenazas, sabotajes, etc, etc., organizados por los sindicatos (algunos de cuyos líderes ocupan esos cargos desde hace décadas) manipulados por el kirchnerismo.

Esos sindicalistas que dicen luchar por los pobres, pero que manejan torrentes de dineros estatales y que viven en mansiones millonarias, están llamando abiertamente a la subversión, aguijoneados por periodistas venales que han perdido sus fuentes de ingreso. Uno de ellos, Roberto Navarro, hasta señaló que Milei será derrocado el 24 de marzo.

Los caudillos sindicales un día si y otro no, no solo convocan a huelgas y paros contra la inflación y el alto costo de la vida, sino que olvidan que el actual desastre comenzó con el kirchnerista Alberto Fernández, en cuyo gobierno el dolar subió de 56 pesos hasta los 1.200 pesos. ¡Ah! Y en los 4 años no hicieron NI UN paro…

Estos abiertos llamados a la subversión, a la rebelión y hasta al asesinato del presidente, son delitos graves inscritos en el Código Penal, pero el gobierno no mueve un dedo. Peor todavía, algunas iniciativas leves propiciando cambios han sido rechazadas por jueces kirchneristas.

Lo que Milei no está viendo es que una cosa es ganar la presidencia y otra tener y ejercer el poder. La CASTA, como llama Milei al kirchnerismo, está intacta en la estructura argentina y mientras no sea destruida, volverá mas temprano que tarde.

No se puede tener la presidencia sin tener al mismo tiempo el poder. Como lo recordó hoy un amigo mío, excelente intelectual y político (Dr. Carlos Sánchez Berzaín). Ya le ocurrió a Violeta Chamorro en Nicaragua y más recientemente en Bolivia a Jeanine Añez, que ahora mismo está encarcelada…

Amanecerá y veremos.