Brasil: No va a pasar nada grave

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Brasil: No va a pasar nada grave...

Por Hernán Maldonado

Lula, el zurdito fundador del Foro de Sao Paulo, ganó las elecciones brasileñas por "una nariz" (término hípico) y ayer aparecieron varios supuestamente brasileños a insultarnos a los que pensamos que el caudillo del Partido de los Trabajadores, no será otro Nicolas Maduro, Diaz Canel o Daniel Ortega.

Lula ya fue presidente y en su periodo populista no arremetió contra la poderosa empresa privada, el motor que ha puesto a Brasil como la quinta economía mundial. Por si acaso, también tiene vigilantes en la soberbia institucionalidad de las FF.AA y su solido Poder Judicial.

El zurdito es intuitivo y sabe hasta dónde debe amarrarse los zapatos. Aunque recibió recursos del régimen de Hugo Chavez, quien le regaló hasta una refineria, fue uno de los líderes que criticó el empeño de ciertos presidentes, como el propio Chavez, de buscar perpetuarse en el poder.

Ayer mismo, colegas experimentados en el seguimiento de la política exterior, consideran que en su nuevo gobierno Lula estará más tirado a la social-democracia que al socialismo y alguien resumió que su periodo se parecerá al de Michelle Bachellel, en Chile, o a alguien parecido.

Y es que Lula está acompañado por una amplia variedad política brasileña. Entre quienes lo han llevado otra vez a la presidencia se cuentan derechistas, conservadores, nacionalistas, etc.

Lula, además, deberá gobernar con un parlamento en manos de gente de Bolsonaro, lo que implica que deberá buscar afanosamente consensos. No menos crucial es que una buena parte de las gobernaciones más importantes están en poder de bolsonaristas. Inclusive en Sao Paulo, reducto político de Lula.

Y, lo que no debe perderse de vista, es que la mitad del país votó en contra de Lula. Si algún mérito queda para Bolsonaro es que revivió el conservadurismo en Brasil, o sea a la derecha.

Las cifras son claras 60.346.999 votaron por Lula (50.90%) y 58.206.354 por Bolsonaro (48.10%).

Los únicos que podrían albergar algún temor son los políticos bolivianos refugiados en ese país y cuya extradición acelera el régimen castro chavista de Arce Catacora, como el ex ministro de Defensa, Luis Fernando López. (Pero ¡cuidado! es aún un hombre con mucho ascendiente entre los militares. Pero esta es otra historia).

Acompaño con la infame fotito de Lula acariciando a un "presidente de Bolivia... como si de verdad fuera un "pobre indiecito"