Los mercaderes del periodismo

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Los mercaderes del periodismo

Por Hernán Maldonado

El llanto es ruidoso. Centenares (sino miles) de periodistas tarifados por el kirchnerismo protestan contra los planes de Javier Milei, quien ha prometido que, después de asumir como presidente el 10 de diciembre, privatizará los medios oficiales argentinos.

El más llorón es el uruguayo nacionalizado argentino, Víctor Hugo Morales, quien al día siguiente de la elección de Milei, convocó a un minuto de silencio porque en su opinión murió la democracia argentina…

El infeliz jamás admite que Milei ganó por una catarata de votos (56%) contra el 44% del kirchnerista Sergio Massa. Un completo irrespeto a la voluntad mayoritaria del pueblo argentino.

Todavía se puede encontrar en las redes la entrevista que hace años le hizo en CNN, Fernando del Rincón. Allí, Morales se mostró como un empedernido antikirchnerista despotricando contra el matrimonio de Cristina y Nestor Kirchner.

Algo pasó, pero poco tiempo después apareció como un furibundo cristinistaK hasta el día de hoy en que abiertamente se muestra como el viudo “number one” del kirchnerismo.

Otro tanto es el caso de Roberto Navarro que en la actual gestión de Alberto Fernández apareció como un próspero empresario, dueño de programas de TV, radios, como un “influencer” de primer nivel al servicio de CristinaK.

Como Morales y Navarro, hay decenas de palangreros (cristinistas que venden sus opiniones) que han plagado los medios de comunicación oficiales de radio, televisión y Telam, la agencia internacional de noticias.

Se da el caso que muchos de estos “editorialistas”, cuentan con decenas de periodistas que les buscan datos en las hemerotecas, mensajeros, auxiliares, secretarias, etc. etc para conformar una burocracia de decenas de miles.

En el gobierno de Mauricio Macri, cuando la inflación interanual llegaba al 56% y el dólar se cotizaba en 60,2 pesos estos palangristas afirmaban: ¡Nos morimos de hambre! En el actual cuatrenio del régimen de Fernández-CristinaK, la inflación llega al 140% y el dólar se cotiza en 1.000 pesos y todos muy calladitos, acorde con el dinero que reciben desde las arcas del papa-Estado.

Ahora que se les acaba el “pan de piquito” empiezan a chillar por los fabulosos sueldos que se ganan y que ahora estarán destinados a los menos favorecidos. Algunos, osados, ya llaman abiertamente a la subversión.

Y es que en el fondo, como todo régimen castro-chavista, el cristinismo se ufanó en copar los medios de comunicación, a billetazos, (como pasa actualmente en Bolivia) y no clausurarlos o silenciarlos como ocurre en Cuba, Venezuela, Nicaragua…

Los “periodistas” serviles tendrán ahora que buscarse cómo vivir, aunque muchos de ellos no lo necesitan porque, por años, se forraron de dineros del erario público.

Amanecerá y veremos.