Argentina 1985
Por Hernán Maldonado
El horror tuvo alcances monstruosos. Los abusos fueron incalificables. El respeto a los derechos humanos saltó por los aires. Los asesinatos eran al por mayor.
Fue en la Argentina de los años 70 durante el régimen militar de los Jorge Videla, Emilio Massera, Orlando Agosti, etc.. Todo lo que oliera a izquierdista era eliminado simple y llanamente.
Las cámaras de tortura funcionaban sin parar, de norte a sur. Una simple denuncia, una sospecha, eran suficientes para detener a personas de toda edad, género, condición social.
Ni siquiera importaba si eran extranjeros, como el caso de los estudiantes bolivianos asesinados en una pensión en Córdoba. Hasta el ex presidente Juan José Tórres fue ajusticiado vilmente en una calle de Buenos Aires.
Se calcula que más de 30.000 personas fueron asesinadas o desaparecidas en esa época de terror generalizado (No olvidar que los izquierdistas –que hoy son gobierno—también hacían lo suyo. ¿O fue un juego de niños traviesos la explosión de una bomba en un cuartel matando a decenas de policías?).
Todo este horror fue reverdecido estos días en la película: Argentina 1985, en alusión al juicio penal contra los militares que encabezaron esa barbarie. La cinta acaba de obtener los Golden de Oro y es firme candidata al Oscar 2023 a la mejor película extranjera.
¿Por qué el éxito de la película?
Me imagino porque la gente, ¡por fin! (al menos eso espero) mira lo que ocurre actualmente desde hace 64 años en Cuba, hace 23 años en Venezuela, hace casi 20 años en Nicaragua, hace 17 años en Bolivia…
¿O es que hay unos DERECHOS humanos y otros IZQUIERDOS humanos?
En la película se ve a una Hebe de Bonafini, de las Madres de Plaza de Mayo, reclamando por sus hijos desaparecidos, la misma madre que en 1980 dijo que había bailado de alegría cuando los terroristas árabes mataron a 3.350 personas al volar las Torres Gemelas de Nueva York…
Vemos también la brillante actuación del asistente del Fiscal, Luis Moreno Ocampo, a sus 35 años, cubriéndose de gloria con irreprochables argumentos jurídicos para que fueran condenados a perpetuidad los generales de la Junta.
Si, si, el mismo Moreno Ocampo que como fiscal de la Corte Internacional de Justicia, del 2003 al 2012, engavetó decenas de denuncias de horrendos crímenes de la dictadura del Teniente Coronel Hugo Chávez Frías, en Venezuela.
¿Se olvidó la célebre frase del fiscal Julio César Strassera con el que concluyó su requerimiento?: ¡Nunca más!
En fin, así nomás fueron y son las cosas.