Venezuela: El “Delcygate”
Por Hernán Maldonado
La salida rumbo al exilio del presidente electo Edmundo González Urrutia (EGU) no fue una acción humanitaria del gobierno de Pedro Sánchez, como se ha informado, sino que fue una trama madrileña para favorecer a la tiranía de Nicolás Maduro.
La salida de EGU, en los planes de los compinches Maduro-Sánchez, desmoralizaría a la oposición venezolana que reclama su triunfo en las elecciones del 28 de julio (67% a 31%).
En un primer momento, eso ocurrió, pero luego “a la rana le salió pelos” (dicho venezolano), porque EGU lejos de ir a vegetar en el exilio, se convirtió en un fenomenal portavoz en el mundo de la causa opositora venezolana, al punto que logró que el parlamento español lo reconozca como presidente electo, lo mismo que la Comunidad Europea (CE).
Sánchez, admirador del tirano Hugo Chávez Frías y sus herederos políticos, no ocultó nunca sus simpatías con la tiranía caraqueña y maniobró hábilmente para facilitar la salida de EGU disfrazándolo como un acto humanitario y no como un favor para su compinche Maduro.
El contubernio Maduro-Sánchez es de vieja data, pero estos días sale a la luz pública a raíz del escándalo que se ha dado en etiquetar como el “Delcygate” (pésima copia el infame Watergate estadounidense).
En enero del 2020, la vicepresidente venezolana Delcy Rodríguez (fanática chavista) apareció en el aeropuerto de Barajas en Madrid, donde fue recibida casi clandestinamente por el ministro de Transporte, José Luis Avalos.
Rodríguez, según testigos, hasta llegó a estar por unas horas en la sala VIP del aeropuerto. El problema es que por resolución de la CE, Rodríguez no debía pisar ningún suelo de sus países miembros y menos ser recibida oficialmente.
Estos días aparece que Avalos tenía el visto bueno del propio Sánchez para hacerlo.
Pero el problema mayor que ahora tiene en vilo al gobierno de Sánchez es que esa madrugada Delcy llevó varias maletas, supuestamente conteniendo oro en barras, valoradas en miles de millones de dólares. La vicepresidente, para regresar a Caracas, cargó con otras maletas que supuestamente contenían 73 millones de euros…
El problema es bastante grave para el gobierno sanchista, pese a que tratan de ocultarlo sus medios y periodistas tarifados con un colosal despliegue de asuntos de política interna, en los que también está enlodado el jefazo de la Moncloa (Palacio presidencial).
Amanecerá y veremos.