Entre gustos, no hay disgustos

bomaher
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Entre gustos, no hay disgustos

Mensaje por bomaher »

Entre gustos, no hay disgustos

Por Hernán Maldonado

“Entre gustos, no hay disgustos”, era la frase con la que mi abuela zanjaba cualquier discusión sobre varios temas que surgían en la entremesa.

¿A qué viene esto? A que la enciclopedia culinaria Taste Atlas, acaba de divulgar la lista de los panes más apetecidos a nivel mundial. Sitúa en primer lugar al pan de bono, de Colombia; seguido por al pan de queso de Brasil, y, compartiendo el tercer lugar, a las marraquetas de Chile y Bolivia.

Esto ha despertado una polémica porque ciertamente (y recuerdo a mi abuela otra vez) “cada panadero alaba su pan”.

A mi modo de ver, la encuesta tiene similitud con la que un vivo australiano les vendió a los ediles municipales bolivianos una “encuesta”, que sitúa a La Paz, como la “ciudad maravilla” del mundo. (Algo que algunos inocentes todavía se la tragan, pese a haberse demostrado que la citada encuesta era de una falsedad notoria).

¿Por qué similitud? Simplemente porque depende del gusto de las personas. En Bolivia, ciertamente creía que la marraqueta es incomparable, lo mismo que las colisas o las kauquitas que hacía la Figliozzi. Cambié de opinión en Venezuela al deleitarme con el pan gallego, de concha crujiente y masa escasa, pero esponjosa.

En España y en Estados Unidos, en cualquier supermercado hay no menos que 30 variedades de pan y se ve que las venden, porque de lo contrario no las fabricarían. Obvio.

En Paris el pan francés, sin la menor duda, es el pariente lejano de la marraqueta. Por cierto, los hermanos galos Terán-Marraquet lo empezaron a fabricar en Chile en el siglo XIX, según información de Infobae. ¿Averiguamos el origen de su nombre?

El alboroto que causó Taste Atlas ha llevado ahora al alcalde de La Paz, como si nada más importante tuviera que hacer, a gestionar que se declare el Día de la Marraqueta, en Bolivia ¿?

El gobierno, por su parte, aprovecha para tranquilizar a la población y jura que la escasez de dólares, no afectará el precio del pan. ¿Será que la harina argentina se comprará en pesos bolivianos o se importará a precios pre-Milei?

En ocasión anterior, ante la crisis económica, los panificadores bolivianos amenazaron con no fabricar más, lo que llevó a un ocurrencioso a publicar este gracioso aviso necrológico. ¿Lo recuerdan?

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