WILSTERMANN Y EL REGIONALISMO

Por Hernán Maldonado

El buen amigo y colega Lorenzo Carri nos regaló en su "Ají del lunes" una breve pero bonita remembranza del club Jorge Wilstermann con motivo de cumplirse un año más de la fundación de la institución que le ha dado lustre al fútbol nacional.

Carri, un enamorado de las estadísticas, nos retrotrajo a aquellos años en que Wilstermann era casi sinónimo de Cochabamba. En esos tiempos se era hincha de Aurora o de "Wilster", sin términos medios, como sigue ocurriendo medio siglo después. ¿O no?

Al margen de su valiosa contribución al fútbol, soy un convencido de que Bolivia le debe a Wilstermann dos cosas aún más importantes: Incorporó, especialmente en Cochabamba, a las mujeres a las tribunas y fue factor para enterrar el odioso regionalismo que conocí.

A pesar de la Revolución de 1952 era perceptible la animadversión ancestral entre paceños y cochabambinos. En los mercados callejeros de La Paz no existian mujeres con un sombrero blanco de copa alta típico de las "khochalas". Y en Cochabamba no se veia vendedoras "pico-verdes" del sobrerito "bombin".

A principios de esa década se disputó una de las primeras pruebas automovilísticas del país y en la radio el respetado Lizardo Suárez, quizás molesto porque perdió el paceño Juanito Rodriguez Vera, se refería casi despectivamente al ganador, como el "khochala" Juan Claure.

Mi padre, que seguía la transmisión, dijo: "En la Guerra del Chaco sólo había bolivianos". Escribió en su vieja Royal y ese domingo llevé su "carta de protesta contra el regionalismo" a la radio, instalada en el último piso del edificio que era de La Razón, en El Prado. Tendría por entonces unos 13 años.

Allá por 1956, cuando eran inexistentes los partidos interdepartamentales, Bolívar invitó a jugar en La Paz a Wilstermann, equipo que se presentaría "sólo con jugadores bolivianos". Una rareza. Sólo fueron unas 10.000 personas al Hernando Siles.

Resulta que ese equipo le dio un baile a Bolívar ganándole 5-2 (si la memoria me es fiel), con el último gol de antologia (Una chilena) del "Kukuluro" Sánchez. Como hasta las piedras hablaron de ese partido, se buscó la revancha que acabó en empate ante un estadio a rebalsar.

El arquero no era todavía Zamorano, pero la legendaria formación estaba compuesta por los zagueros Villarroel y Trujillo, la línea media con Claure, Rocabado y Trigo y la delantera con Sanchez, Alcócer, García, López y Soria. Al menos 8 de estos jugadores vistieron alguna vez la verde.

El regionalismo entró en su ocaso porque "Wilster" enamoró al país y el país se enamoró del equipo "aviador". (Si mal no recuerdo, el apodo se lo puso don Julio Borelli, autor de otros famosos como "El Expreso de Viacha" (Maestranza), "Los Funebreros" (Atlético La Paz, por su uniforme negro) o "El Expreso de Pura Pura" (Ferroviario).