Tierra Lejana-- Página de Hernán Maldonado




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Domingo 13 de noviembre del 2005


LA VUELTA A LOS AÑOS 60

Por Hernán Maldonado

Si uno repasa las noticias de estos días y ha vivido ya más de un medio siglo fácilmente podría creer que el tiempo se ha detenido y hemos vuelto a los años 60, cuando una gran parte de la juventud mundial se aferró a la esperanza de un futuro mejor.

La rebelión juvenil se ha vuelto a desatar en Francia, en América Latina, incentivados por el verbo incendiario de un "nuevo revolucionario", se despotrica contra "el imperio" y en Estados Unidos es creciente el descontento con una guerra impopular. Hasta Joan Baez ha vuelto a cantar.

Pero hay diferencias. El "guerrillero heroico" agita a las masas sólo desde su tumba, el "viejo revolucionario" apenas puede sostenerse en pie y pasa parte de su tiempo enseñando las bondades de las ollas chinas para cocer más rápido el arroz y ahorrar combustible en el "mar de la felicidad" y sólo son contados los curas que siguen creyendo en la "teología de la liberación".

Por si fuera poco, esas masas que otrora trataban de capturar el poder por la vía de la insurrección armada, ahora lo buscan por caminos democráticos, aunque luego de sus triunfos se olviden de éste pequeño detalle para exhibir y practicar sus autoritarismos, imprescindibles para mantenerse o perpetuarse en el poder.

Lo vimos en Nicaragua y lo estamos viendo en Venezuela. No falta mucho para que lo veamos también en el Uruguay de los tupamaros. Bolivia todavía es una incógnita, pero lo sabremos rápidamente. Vestigios de lo que podemos esperar nos lo están mostrando estos días Evo Morales y Alvaro García Linera.

El candidato cocalero habla un lenguaje extremista mientras su compañero de fórmula luce más moderado, lo que a todas luces es una estratagema, porque el radical, incluso de armas tomar, ha sido siempre García Linera.

Los agitadores de estos días, sin embargo, pierden de vista que las circunstancias actuales son muy distintas a las de los años 60-70. Vivimos en la era de la internet, de los altos precios de los hicrocarburos, de la globalización, etc.

Los que creen que los mangos están bajitos para crear bloques de países para oponerse al "imperio" podrían estar equivocándose de cabo a rabo. Lo acabamos de ver en la Cumbre de Mar del Plata, donde de todos los presidentes asistentes, sólo Hugo Chávez cree que enterró al ALCA. 29 países de 34 dieron su apoyo al proyecto del libre comercio y cuatro dijeron que hay que seguir negociando, lo que obviamente no es para nada un rechazo.

Tampoco debe perderse de vista que ya no es sólo la doctrina de la seguridad nacional lo que se invoca para mantener quieto al "patio trasero". No debe pasarse por alto los recientes pronunciamientos del Comando Sur del Ejército de Estados Unidos que, a sus tradicionales posiciones respecto al combate contra el terrorismo y el narcotráfico, ahora apunta contra los "populismos radicales".

Lo único que no ha variado desde aquellos años son las ópticas diferentes del Departamento de Estado y el Pentágono. En el caso de Venezuela, por ejemplo, es probable que el primero vea que Chávez es más palabreria que otra cosa, porque hasta los mejores contratos petroleros lo están obteniendo en Venezuela las odiadas transnacionales gracias al "revolucionario antimperialista".

Otra será la cosa cuando el Comando Sur crea que está en peligro el "patio trasero" si Chávez, a punta de dolarazos o lo que sea, mete las narices en las blandengues democracias de su vecindario.

Al respecto permítaseme contarles una anécdota. En los años 60, en medio de rumores de que estaba a punto de ser derrocado el gobierno de Víctor Paz Estenssoro, pregunté a un gran amigo, de fácil acceso a la embajada de Estados Unidos en La Paz, si había esa posibilidad. Sin pestañar me dijo que Paz estaba seguro en su puesto.

Unas dos semanas después Paz Estenssoro huía a Lima. Pregunté a ese amigo qué había pasado. Su respuesta fue: Para el Departamento de Estado, Víctor Paz estaba sólido en el palacio y con su pleno apoyo, lo que no se sabía era que otra cosa pensaba el Pentágono". ¿En esto también estamos otra vez en los años 60?





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