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Jueves 2 de abril de 1998


VENEZUELA APUESTA CONTRA LOS POLITICOS

Por Hernán Maldonado
Especial para la Agencia de Noticias Fides


Chavez
Hugo Chávez

Miami - Si las encuestas se mantienen como están ahora mismo, el próximo presidente de Venezuela será el golpista Hugo Chávez o la ex Mis Universo, Irene Sáez. Y cualquiera que sea el elegido, el principal resultado será la bofetada que el pueblo venezolano infligirá a sus partidos políticos tradicionales y sus dirigentes.

Claro, pueden ocurrir sorpresas de última hora, como un repunte de Claudio Fermín el disidente de la añeja Acción Democrática que se fue del partido al no poder cambiar su discurso alejado de la actual realidad venezolana y anquilosado en el pasado. Sin embargo Fermín, aunque tiene ideas claras sobre lo que debe hacerse en el país, no cuenta con el aparato del partido y su organización, lo que equivale a decir que su grupo denominado Renovación es como un auto con motor, pero sin cauchos.

Lo que queda de la Democracia Cristiana se arrimará al carro de Sáez porque no le queda otro camino que apostar a un candidato con posibilidades de triunfo. Los demás partidos políticos venezolanos jamás han tenido posibilidades ciertas de acceder al poder por la vía de las urnas y ante la realidad actual se mantienen a la expectativa, como zamuros.

El expresidente Carlos Andrés Pérez, que ha contribuido tanto para el desgaste de la clase política venezolana, advirtió - sin dar fuentes que corroboren sus temores - que si gana Chávez , habrá un golpe de estado en Venezuela. El septuagenario Pérez quizás habla por la inquina que tiene con Chávez, quien intentó derrocarlo el 4 de febrero de 1992.

Las preferencias del electorado a 8 meses de las elecciones dan un 32 por ciento a Chávez y el 30 por ciento a Sáez . Fermín les sigue con un 16 por ciento.

El eventual triunfo de Chávez o Sáez será un voto protesta del venezolano sucesivamente engañado por los políticos de los dos partidos tradicionales Acción Democrática y Copei (democracia cristiana) que se han alternado en el poder desde el derrocamiento de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez hace 40 años. Casi medio siglo de promesas incumplidas y corrupción galopante.

La última esperanza fue Rafael Caldera, el octogenario fundador de Copei que rompió con su propio partido a fin de acceder al poder al frente de una coalición variopinta y cuyo discurso fue la lucha contra la corrupción y la política fondomonetarista de su antecesor Carlos Andrés Pérez, expulsado del poder precisamente por cargos de corrupción. El anciano mandatario apenas ha podido medio enderezar al país, no ha acabado con la corrupción y ha tenido que entregarse al Fondo Monetario Internacional olvidándose su discurso populista.

Y ahora ocurre que el voto protesta puede encumbrar a Chávez o Sáez abriéndose una enorme incógnita en el futuro del país. El primero está prometiéndole al pueblo venezolano, a los pobres, a los desposeidos, un bienestar inmediato que lamentablemente sólo está en su imaginación.

Las masas se abrazan a su causa al verlo enérgico y con ganas de agarrar un latigo y solucionar los males de Venezuela como si estuviera todavía en el cuartel.

En medio de la desolación que son los servicios públicos en el país, su palabra llega a oídos receptivos. Pero también hay otros que escuchan. La poderosa Fedecamaras ha parado los oidos, sobre todo cuando el coronel, que tiene por ídolo a Fidel Castro, habla un lenguaje que solían repetir los guerrilleros venezolanos en los años 60. Y Fedecamaras no esta integrada por niños de pecho, sino por los poderosos empresarios privados que de una u otra manera se han salido con la suya en los gobiernos que se han sucedido desde 1959.

En cuanto a la bella ex miss, no hay duda que sus seguidores se inscriben en una clase media empobrecida en los últimos 40 años y que han visto a la joven hacer florecer el pequeño municipio de Chacao, en el corazón de Caracas y creen que lo mismo puede hacer en el país.

Chacao es un barrio en el distrito Sucre, colindante con Chacaito, donde termina la capital venezolana geográficamente. Allí se asienta un clase media alta puntual pagadora de sus impuestos que, en el decir de los venezolanos "no le veía el queso a la tostada", o lo que es lo mismo, no veía el fruto de sus esfuerzos.

Simplemente Juan Bimba estaba de acuerdo en que su dinero de impuestos fuera a cubrir otras necesidades en barrios marginales, pero antes que nada quería que se atendiera el barrio donde vivía. Pero como no fue escuchado, Bimba y otros como él decidieron que Chacao debía independizarse. Así nació el municipio y de inmediato fue elegida Sáez, quizás más con una intención simbólica . Sin embargo Sáez, con algunas ideas en la cabeza, pero sobre todo con una mística de trabajo excepcional, se rodeó de un grupo de jovenes administradores entusiastas como ella y puso a andar el municipio dándole inusitado brillo.

A la vuelta de la esquina Juan Bimba vio policías elegantemente uniformados y muy educados en las esquinas del barrio. Los bomberos no tardaban horas en llegar en caso de una emergencia; se acabaron las fatigas burócraticas, etc. y Chacao se convirtió - por supuesto que con los impuestos de gente pudiente como Bimba - en el país que todos los venezolanos han estado soñando desde que derrocaron a Pérez Jiménez, justo cuando se encaramaron en el poder los políticos con más promesas que intenciones de cumplirlas.

El espejo de Chacao es lo que han visto los venezolanos que apoyan ahora a Sáez. Sus huestes han fundado un partido cuyas siglas son su primer nombre, IRENE. Tras ella anda ofreciéndole su aparato partidista la democracia cristiana. Sáez ha dicho que no se dejará amarrar a ningún compromiso político que no sea el interés del país.

Si todo anda como en ahora, en diciembre la bella joven podria ver que su "municipio" súbitamente se convierte en un territorio de 916,000 kilómetros cuadrados con 20 millones de habitantes.