Tierra Lejana-- Página de Hernán Maldonado




Regreso al comienzo




Gracias por
firmar el libro
de visitas




Artículo
anterior






Opiniones




Libros




CHAT ROOM
Tema Libre

Domingo 10 de junio del 2007


CON EL PLOMO EN EL ALA

Por Hernán Maldonado

Ocurrió antes en Portugal, en Serbia y más recientemente en Ucrania. Es difícil para un soldado pretoriano aplastarle la cabeza a un joven manifestante, si éste se le acerca con una sonrisa y una flor en las manos. Eso mismo está ocurriendo en Venezuela y la petrodictadura anda con plomo en el ala.

El teniente coronel Hugo Chávez no se lo esperaba y está confundido, iracundo, porque por primera vez desde que es presidente está viendo en las calles otra oposición, refrescante, juvenil que opone la inteligencia a la violencia, la compasión a la ira, la misericordia a la ignorancia, la honradez al dinero corruptor.

La generación del reggaeton que por ocho años se mantuvo al margen de la tragedia que vive Venezuela, en manos del petrodictador manirroto y lenguaraz, despertó vigorosa, imaginativa, con un liderazgo brillante que ha descarrilado los planes de Chávez de perpetuarse en el poder.

Chávez denuncia que está en marcha una insurrección a "mecha lenta" y quizás tiene razón, porque nada de lo que están pensando y haciendo los universitarios parece ser inmediatista.

La tal "mecha" la encendió el propio Chávez cuando obedeciendo a un capricho dictatorial dispuso el 28 de mayo el cierre del canal de televisión RCTV, el más antiguo y emblemático del país. La libertad de expresión saltó en pedazos.

Chávez creyó que las protestas durarian pocos días. Amenazó con aplastarlas y llamó a los habitantes de los cerros a defender su revolución. En Petare, una urbanización marginal del este de Caracas, apareció al día siguiente un gran letrero: "No somos asesinos". Peor aún, si alguien bajó de los cerros fue para unirse a los jóvenes.

La Asamblea Nacional, la caja de resonancia de Chávez, insultó a los universitarios calificándolos de "asalariados de la CIA, agentes del imperialismo, contrarrevolucionarios", etc. Cuando los universitarios marcharon en reclamo hacia su sede, la soldadesca les cerró el paso.

Chávez ideó entonces una emboscada para acabar con las protestas estudiantiles. Los invitó a la AN a "debatir" sus demandas. Armó un tinglado minucioso para que en Venezuela todos vean en "ridículo" a los líderes universitarios rebeldes. Hasta ordenó una cadena nacional de radio y TV.

Pero Chávez no contaba con la astucia juvenil. La primera gran sorpresa se la dieron al acudir los muchachos vestidos con camisas rojas (el color de los chavistas), que tras el primer discurso de Douglas Berríos, se las quitaron diciendo que rechazan ser uniformados por nadie.

El mensaje de Berríos quedará inscrito en la historia de Venezuela como una de las piezas oratorias de antología porque pulverizó por igual al chavismo y la blandengue oposición, clamando simplemente porque el país vuelva a vivir en libertad y a ser lo que fue, sin chavistas o antichavistas, sin odios, sin rencores, con oportunidades para todos.

Luego se escuchó la intervención de una joven chavista y Jon Goicoechea, otro de los líderes universitarios, anunció que ellos no habían llegado a la AN a debatir, pero que abrían el diálogo entre universitarios en los claustros, su ámbito natural, y se retiraron.

La presidenta de la AN, Cilia Flores, que minutos antes disimulaba cierta amabilidad, no pudo contener su estupor y despepitó su furia contra los "lacayos del imperialismo". Le arruinaron el show que montó con uso inclusive de vídeos. Sus "estudiantes" repitieron luego como loritos las monsergas de Chávez.

Cuando aquello hubo finalizado, Chávez, sin ocultar su rabia y por cuatro largas horas, encadenó al país para hablar de su dedicación a las universidades y hasta ofreció el desembolso inmediato de 600 millones de dólares en subsidios. Lamentó la "cobardia" de los que se negaron a debatir, olvidándose que para las elecciones del 3 de diciembre él también se negó a debatir con el candidato opositor Manuel Rosales.

Por el encadenamiento la opinión pública no pudo enterarse que los dirigentes universitarios salieron de la AN escoltados por 1.500 policías porque turbas chavistas querían lincharlos. Además, sólo muy después, se supo que los "estudiantes" chavistas, que fueron alabados por Chávez como héroes y heroínas de su revolución, son funcionarios públicos con buenos sueldos, según revelan sus declaraciones de impuestos.

Interesantes páginas de historia están escribiéndose estos días en Venezuela.





!-- Piwik -->