La "media luna" chavista




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Domingo 15 de noviembre del 2009


LA "MEDIA LUNA" CHAVISTA

Por Hernán Maldonado

El petrodictador venezolano se ha vuelto tan previsible que ya no engaña sino a los incautos. Sus bravuconadas llamando a sus huestes a prepararse para una eventual guerra contra Colombia, no son sino desplantes desesperados por distraer la atención de la opinión pública de lo que parece ser un plan diabólico para defenestrar a dos gobernadores.

En menos de 48 horas, asustado por la reacción internacional en contra, decidió recular de su inflamada proclama. Pero lo que más influyó fue la revelación de la empresa Datos, tras rápida encuesta, de que sólo dos de cada 10 venezolanos apoya su verbo bélico anticolombiano y contra el "imperio".

Y es que para ocho de cada 10 venezolanos Hugo Chávez es un bocón. Cínicamente desmintió haber convocado a la guerra, olvidando que desde hace años amenaza a la oligarquía colombiana, se ufana de sus recientes multimillonarias compras de armas y equipos, y hasta pidió que se reconociera como "fuerza beligerante" a las narcoterroristas FARC.

A pesar de haber asegurado que no dijo lo que dijo, Chávez está enviando 15.000 soldados, tanques y carros blindados a los estados fronterizos del Táchira y Zulia cuyos pueblos eligieron en noviembre pasado a gobernadores de oposición infligiéndole un descomunal revés.

El petrodictador no ha digerido esas derrotas y hace todo por hacerles la vida imposible a esos gobernadores. No sólo les ha recortado el presupuesto y rebajado sus atribuciones inconstitucionalmente, sino que hasta les ha despojado de inmuebles desde donde deben ejercer sus funciones.

Manuel Rosales, el alcalde de Maracaibo, capital del Zulia, la segunda ciudad más importante del país, tuvo que exiliarse en Perú ante el acoso oficial y las groseras amenazas del propio Chávez, quien no se cansaba de llamarlo "delincuente" y "desgraciadito".

El viernes pasado, cuando los diarios regionales publicaron fotos de la movilización de los blindados en el Zulia, un funcionario de la inteligencia chavista fue pillado in fraganti sembrando un vehículo con una granada y propaganda subversiva en un garaje de la comandancia policial de Maracaibo.

Chávez, sin prueba alguna, acusa a los dos gobernadores de paramilitares y de conformar la "media luna" opositora a su gobierno, con evidente falta de imaginación al copiar la terminologia de su pupilo Evo Morales, quien gusta describir así a la oposición regional en su país.

El avieso propósito de Chávez, según denunció el sábado la oposición, es defenestrar a ambos gobernadores so pretexto de precautelar la seguridad fronteriza venezolana con Colombia. La movilización de tropas y tanques no estaría dirigida a ningún conflicto internacional, sino a amedrentar a la población civil y aplacar cualquier resistencia en caso de un asalto a las dos gobernaciones.

Un plan diabólico a todas luces porque el petrodictador ve cada día la merma de su caudal electoral, según las encuestas más serias. Hasta en sus filas hay deserciones por el clamor popular de que la única guerra que apoyaría con toda el alma es contra la galopante corrupción chavista, el desabastecimiento, la inseguridad, el desempleo, la falta de agua y electricidad, el alto costo de la vida y el desastre de los servicios de salud y educación.