LA ESPERANZA DE LA PAZ




Regreso al comienzo




Gracias por
firmar el libro
de visitas




Artículo
anterior






Opiniones




Libros




CHAT ROOM
Tema Libre

Viernes 30 de abril del 2010


LA ESPERANZA DE LA PAZ

Por Hernán Maldonado

La oposición venezolana escogió a los candidatos que llevará a las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre. Quizás será su último esfuerzo para abrir un cauce a la alternabilidad democrática frente a la perenne amenaza de Hugo Chavez de eternizarse en el poder.

Luego de los comicios legislativos, estarán a la vuelta de la esquina las elecciones presidenciales y Chávez repitió estos días en Brasil que él no ve un cambio de gobierno en Venezuela a corto plazo. La afirmación está a tono con su amenaza de que gobernará "por lo menos" hasta el 2030.

La grave crisis económica, política y social venezolana ha pulverizado la popularidad de Chávez. Las encuestas más optimistas le otorgan un 31% de simpatias, un 50% menos que hace dos años y la baja parece indetenible.

En 2005 la oposición se abstuvo y Chávez se apoderó de los 167 curules de la Asamblea Nacional, a la que convirtió en una máquina de aprobar leyes a su gusto y capricho, muchas de ellas en abierta violación de la Constitución Boliviariana.

Ese año hubo un 83 por ciento de abstención, pero Chávez se salió con la suya. Eso no se repetirá. Chávez teme un descalabro y maniobra para conservar la mayoría. Sus "parlamentarios" modificaron circuitos electorales de tal modo que es probable que la oposición gané las elecciones cuantitativamente, pero tenga menos diputados que el oficialismo.

Por esto es que la oposición sabe que, como el boxeo, no debe ganar por puntos, sino por nocaút. Pero aún así es probable que "gane, pero no cobre". Ocurrió ya en las elecciones del 2008 para gobernadores y alcaldes. La oposición triunfó en los estados más importantes del país, pero Chávez les quitó atribuciones, presupuestos, inmuebles, departamentos de policía y hasta equipos.

Lo más grosero ocurrió en Caracas. Al Alcalde Mayor, Antonio Ledezma, Chávez lo dejó como florero chino. No sólo le disminuyó su capacidad de acción y decisión, sino que nombró a una especie de "superalcaldesa" burlando la voluntad de 800.000 caraqueños. En el Táchira, por encima de la Asamblea Legislativa estatal, creó un "consejo de gobierno", completamente ilegal.

Ante la eventual derrota el 26S, Chávez ha empezado a alentar el funcionamiento de las "asambleas comunitarias". La oposición hasta ahora ha mostrado una paciencia encomiable en su promesa de no apartarse del camino democrático para lograr la alternancia en el poder. Pero quizás su pico serán las elecciones legislativas. Una nueva burla, entre la que se incluye la eventual cancelación de la consulta, daría razón a los que piensan en la necesidad de buscar otros caminos para deshacerse del petrodictador y su pandilla.