BOLIVIA ASISTE A UNA NUEVA COPA AMERICA

Por Hernán Maldonado

Miami - Debo confesar que me cuesta escribir esta nota porque mi hijo Mauricio está convencido que no tengo "derecho a quitarle la ilusión a mis compatriotas". Obviamente, él tambien es uno de los que cree que Bolivia revalidará, "por lo menos", el subcampeonato que logró hace dos años en la Copa América.

En realidad tantas veces ya escribí sobre la inconveniencia de haber entregado nuestra selección al argentino Héctor "Bambino' Veira; sobre los malos resultados obtenidos; respecto a la demagogia con que encaró nuestra preparación, etc, etc., que tendría que quedarme mudo hasta que termine el torneo que se avecina.

Pero a una semana del comienzo y en momentos en que el "Bambino" vuelve a hacer demagogia vendiéndonos el cuento de que "este equipo está para luchar por el título", no puedo quedarme callado.

La base para el renovado optimismo está en la actuación cumplida el domingo ante Chile en Santiago, donde "jugamos como nunca, para perder como siempre" (1-0).

La prensa boliviana se deshizo en elogios por la actuación, alabó la vocación ofensiva del equipo y subrayó que le dimos un baile a los chilenos aun sin contar con nuestros astros Platini Sánchez, Oscar Sánchez, Jaime Moreno, etc. Sólo muy de pasada se puntualizó que Chile jugó el peor partido de su larga etapa de preparación.

Y el optimismo de Veira, pese a la nueva derrota, justamente se produce 15 días después que él mismo abrió el paraguas durante una rueda de prensa en Tarija en la que virtualmente dijo que no debe esperarse mucho del equipo dado que nunca pudo contar con todos los titulares en la etapa de preparación.

Otra demagogia monumental, porque el "Bambino', al igual que sus colegas de los otros países sudamericanos sabía, desde que se hizo cargo del equipo, que jamás - a no ser en la última semana - podría contar con los "extranjeros".

Cuando asumió la conducción de la selección en noviembre - con un sueldo de $1,000 diarios, trabaje o no trabaje - anunció que prepararía un nuevo plantel para reemplazar a la brillante generación que nos condujo al Mundial EU-94. Nada de eso ocurrió. Por eso, cuando se produjo la gira por Centroamérica y Estados Unidos, en marzo, apeló a las viejas figuras.

Y por eso es que también nuevamente echa mano ahora de Platini Sánchez, Etcheverry, Soria, Cristaldo, etc, de los que antes dijo que "habían cumplido su ciclo". Todos irán a Asunción, con menos de 10 días de preparación en conjunto.

No hay duda alguna que otra vez improvisamos sobre la marcha, cuando el fútbol, como deporte de alta competencia, requiere de una planificación y ejecución a corto, mediano y largo plazo.

Como yo no veo nada de eso en el trabajo de Veira, entonces me siento más pesimista que cuando lo contrataron porque no vislumbro en ninguna parte qué puede hacer en la Copa América un equipo rejuntado a última hora y con sólo dos partidos de preparacion en los últimos tres meses.

Bolivia va a Paraguay con un récord decepcionante en la "era Veira". Tres empates (con EU 0-0, Jamaica 0-0, Chile 1-1), cuatro derrotas (Paraguay 0-3, México 1-2, Guatemala 1-2, Chile 0-1) y una sola victoria (contra Guatemala 3-1).

Como en el fútbol no hay nada escrito, quizas por ahí surja algún detalle que se convierta en grata sorpresa pero, en líneas generales, yo no creo en pajaritos preñados.

Como periodista mi meta ha sido siempre ser lo más objetivo posible. Es tarea ingrata quitarle la ilusión a alguien. No es mi cometido. Lo mas que hago es tratar de abrirle un poco los ojos. Nuestro país necesita victorias, no nuevas frustraciones producto del engaño.

Mauricio, que de sus 30 años vivió en el país sólo sus primeros meses, tiene la ilusión de que Bolivia hará un gran papel. Tiene planchada su tricolor para ondearla en las calles de Miami. Lo dejo con su hermosa ilusión, aunque quisiera que tuviera más bien esperanzas, porque como decía ese gran filósofo venezolano y ex canciller, Arístides Calvani, "las ilusiones nunca se convierten en realidad, las esperanzas, si".