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Martes, 14 de abril de 1998


COCA: MUCHOS PAGAN LA CULPA DE POCOS...

Por Hernán Maldonado
Especial para la Agencia de Noticias Fides


Evo
Evo Morales

Miami- Evo Morales se convirtió en las elecciones de junio del 97 en el fenómeno electoral de Bolivia. Los historiadores rebuscaron en los libros y no hallaron a alguien que hubiera sido elegido anteriormente diputado con semejante caudal electoral. Casi un 65 por ciento de los votos del Chapare fueron suyos.

El fenómeno lo es aún más teniendo en cuenta que el diputado líder de los productores de coca es casi un iletrado. Sus mejores credenciales se las ganó en las calles durante el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada,

El diario El Nuevo Herald de Miami publicó no hace más de un año y medio una gran foto del líder de los cocaleros arremetiendo - piedra en mano - contra los policías en La Paz al culminar una marcha sobre la capital.

Poco después el dirigente empezó a ser llamado en los noticieros de televisión como "Don Evo'', quizás porque la gente del Chapare lo veía como a un "Padrino" rural.

La súbita popularidad del cocalero no pasó desapercibida para la izquierda trasnochada, que al haber perdido sus huestes en los distritos mineros, montó la maquinaria que hizo posible su elección en junio del 97.

Sin embargo, el astuto cocalero no se ha dejado atar al carro de la Izquierda Unida que lo llevó al parlamento, sino que corre en caballo propio o en el que le prestan esos oscuros intereses que pretenden mantener al Chapare como la principal zona de la producción excedentaria de coca, completamente destinada a la cocaína.

Justo ahora que el general Hugo Banzer Suárez va a la II Cumbre Hemisférica de Chile que trazará metas para la lucha global contra el narcotráfico, el diputado Morales acusa al presidente de estar vinculado al narcotráfico. ¿No será que Morales trata de debilitar la sólida propuesta boliviana de cero coca-cocaína en los próximos 5 años?

Hay que partir del hecho de que la coca que Bolivia produce en los Yungas de La Paz es suficiente y basta para el consumo tradicional. La que se produce en el Chapare es simplemente excedentaria y materia prima para la cocaína.

Una de las equivocaciones más grandes del gobierno boliviano ha sido la de entregar 2,000 dólares por hectárea erradicada a los campesinos de la región. Ahora que se decidió disminuir paulatinamente la cifra hasta llegar a cero, se producen los levantamientos en el Chapare con el inconstitucional bloqueo de caminos incluido.

Y fue una equivocación porque el propio Morales, en el Diálogo Nacional convocado por el actual gobierno, descaradamente confesó que los cocaleros siembran anualmente 10,000 hectáreas, erradican 7,000, se quedan con 3,000 y de paso reciben esa catarata de dólares, que ya quisieran sectores del magisterio rural o de sanidad.

Lo que el líder cocalero defiende tan tenazmente favorece a 40,000 productores de coca, según calculos periodísticos, lo que equivale ni siquiera al uno por ciento de la población nacional. El resto, el 99 por ciento, tenemos que pagar de una u otra manera el estigma de narcoproductores de coca y de pasar en todas las aduanas como sospechosos de ser narcotraficantes.

Hay países que han habilitado una ventanilla especial para los viajeros procedentes de Bolivia, Colombia y Perú. Somos vistos como leprosos. Y no solamente en el exterior. En nuestros propios aeropuertos los viajeros somos manoseados por aduaneros, no en busca de armas, porque los bolivianos nunca hemos secuestrado aviones, sino obviamente en busca del polvo maldito.

Y estas humillaciones debemos experimentarlas gratuitamente gracias a descarados como "Don Evo" Morales quien no se cansa de prometer que defenderá a los productores de coca "hasta las últimas consecuencias".