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Lunes 27 de octubre del 2014


BOLIVIA: NUEVO ATAQUE A ALA IGLESIA CATOLICA

Por Hernán Maldonado

La abrumadora victoria electoral del presidente Evo Morales parece haberle dado renovado ímpetu para reverdecer sus ataques contra la Iglesia Católica a través de uno de sus amanuenses que muy suelto de cuerpo califica al Cardenal Julio Terrazas de "derechista, pro oligarca, pro imperialista y alejado de la Biblia".

Cuando el gratuito ofensor, Marcelo Elío, actual presidente de la Cámara de Diputados, no había nacido, Terrazas ya era un sacerdote comprometido en la lucha por la justicia social, por los pobres, por los más desposeídos del país. Desde aquel lejano 1962, nada ha cambiado en la conducta de este ejemplar religioso. ¿Pro oligarca?

En los terribles años de las dictaduras militares, Monseñor Terrazas se plantó contra los abusos de los derechos humanos, abogó desde el episcopado de Oruro por los mineros y dirigentes políticos perseguidos, encarcelados, exiliados. ¿Derechista, pro imperialista?

La Asociación Nacional de Prensa de Bolivia, reconociéndole sus innegables méritos como fervoroso pastor, humilde hombre de Dios y como "figura conciliadora en la búsqueda de solución de los conflictos sociales que aquejan al país", le otorgó el "Premio Libertad 2007", convirtiéndolo en el primer boliviano en recibir tal galardón. ¿Alejado de la Biblia?

Desde que Morales subió al poder sus conflictos con la Iglesia Católica han sido constantes y por momentos brutales. Y es que el soberbio gobernante no tolera las críticas que Terrazas le ha hecho, siguiendo una conducta invariable cualquiera que hayan sido los gobiernos en los últimos 50 años.

Pero como ningún otro régimen, el de Morales -un "católico", marxista-leninista, según él-- se ha enfrentado abiertamente contra Terrazas. Bajo su inspiración la Constitución fue reformada para que el catolicismo dejara de ser la religión oficial del Estado.

Ordenó también, sin que hasta ahora se haya cumplido, que se desalojaran de todas las instituciones militares y policiales del país las imágenes religiosas y hasta prohibió que los uniformados escoltaran las tradicionales procesiones de Semana Santa. Por decreto supremo en diciembre del 2010 se despojó del derecho a usar pasaporte diplomático a Terrazas.

Al régimen le duele que Terrazas exhorte a su grey a "trabajar por el bien de los demás y no entrar en el engaño de aquellos falsos Mesías que todo lo hacen discurso, que todo lo hacen promesa y que nunca cumplen ni los discursos ni las promesas".

Esto también le dolió al régimen: "No hay ninguna duda de parte del cardenal respecto a los hermanos obispos, reconozco su fidelidad, reconozco la entrega de todos ellos y no me voy a prestar a ser el portavoz de mentiras". Aludía así a las sindicaciones oficiales tras un robo en la Iglesia del Santuario de Copacabana. Morales insinuó: "Quién maneja la llave de esa Iglesia, son los obispos y saben los obispos quién entra, quién sale. Por tanto saben quién se lo saca las joyas".

Tampoco le gustó a Morales que Terrazas saliera en defensa de los indígenas de tierras bajas apaleados en Chaparina. En su homilía del 16 de septiembre del 2011 dijo: "Tienes que adquirir una dimensión de comprensión y de caridad para que hoy comprendas cuál es el sufrimiento de tantos hermanos llamados en la marcha del TIPNIS, que nos están golpeando el corazón y la conciencia para que podamos escucharlos, entenderlos y sobre todo buscarlos y tomarlos en cuenta en la solución de problemas que son todos y no de unos cuantos".

Terrazas sufrió atentados no esclarecidos hasta ahora, como el del 14 de febrero del 2006 cuando fue asaltado y golpeado cuando entraba al seminario San Lorenzo y el 28 de abril del 2009 cuando una bomba explotó en las puertas de su residencia en Santa Cruz.

Poco después de su retiro el ya casi octogenario Cardenal dijo palabras hoy más vigentes que nunca: "No importa si tenemos el poder, o, el mundo en nuestras manos, pues si no tenemos caridad no somos nada... Podrán declararnos la guerra, podrán insultarnos, podrán decirnos que callemos, podrán gritar que nosotros no tenemos derecho a decir una palabra en el país, podrán decir todo eso. Pero quien camina con nosotros no es un líder oculto que da plata para marchar, sino es el Dios de la vida que quiere que nuestras vidas no sean estropeadas por nadie". Amén.

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