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Lunes, 25 de marzo del 2019


BOLIVIA ¿ESTRENARA PRESIDENTE?

Por Hernán Maldonado

Bolivia ¿estrenará presidente? La respuesta es un SI rotundo, si es que se cumple la ley. Es decir que Evo Morales NO pueda ser candidato, dado que así lo estableció con su voto la mayoría nacional en el referendo del 21F-2016.

Ahora, otra cosa es si finalmente contra esa decisión (constitucionalmente vinculante) Evo insiste en re-re-reelegirse. Según las más recientes encuestas de Página Siete, Morales no tiene la mayoría para ser elegido en primera vuelta. (Mas adelante veremos que pasaría en la segunda).

Lo que si tiene el caudillo cocalero es el Tribunal Supremo Electoral con sus secuaces dispuestos a torcer voluntades y hacer lo que les ordene el “jefazo”. La otrora “banda de los cuatro”, de triste recordación, está por ser superada en sus fechorías por la nueva. (El tirano Joseph Stalin se refocilaba diciendo que lo importante no es por quién votan, sino quién cuenta los votos…)

Fue un flagrante abuso de Evo el obligar a “su” Tribunal Constitucional a fallar de que era su “derecho humano” el buscar una reelección (Todos los que firmaron ese fallo han sido honrados con altos cargos públicos y hasta embajadas, en agradecimiento a su obsecuencia).

En defensa de la legalidad vulnerada, lo correcto hubiera sido que NINGUN candidato se prestara a hacerle el juego. (Hoy el dictador Nicolás Maduro justamente está sintiendo las consecuencias de haberse hecho reelegir el 20M-2018, adelantando la fecha de las elecciones y ante la ausencia de candidatos opositores que protestaron las violaciones a la ley electoral).

Como parece debilitado el movimiento ciudadano del 21F, entonces, aún bajo protesta, habrá elecciones en octubre con media docena de candidatos opositores (algunos funcionales al régimen). Las reelecciones forzadas nunca han tenido éxito en Bolivia y hoy, hasta en cuadros oficialistas se advierte el cansancio. Y es que si a uno le dan la misma comida todos los días, pierde naturalmente el apetito.

El régimen del caudillo cocalero ha dejado de ser una “novedad” y el “hombre nuevo” que prometió al asumir el poder hace 13 años, fue peor que los anteriores en asesinatos políticos, en mega corrupción, en abusos contra los DD.HH. en nepotismo, incapacidad, etc. etc. Lo peor es que desperdició unos ingresos multimillonarios como jamás tuvo la república bajo ningún gobierno. (Y, por si fuera poco, nos ha enclaustrado mucho más con la derrota en La Haya).

A pesar de las triquiñuelas que alistan sus secuaces del TSE, Morales no ganará en primera vuelta. En la segunda, es casi imposible que pueda derrotar a Carlos D. Mesa, (actualmente el candidato mejor situado en las encuestas), a menos que haya políticos de las otras candidaturas que sucumban a ofrecimientos de cargos, embajadas y dinero contante y sonante.

En mi reciente viaje a Bolivia pude auscultar a vuelo de pájaro opiniones de compatriotas que van a votar y de 10 solo 2 me dijeron que votarían por el “jefe indio” (Maduro dixit). De los 8, algunos me dijeron que no simpatizaban con Mesa, pero que era una urgencia salir de Evo.

Una ama de casa me dijo que en Cochabamba nunca se había llenado la Plaza 14 de septiembre como cuando la ciudadanía fue convocada para apoyar a Mesa, cuyo régimen se tambaleaba ante la arremetida de los sindicatos cocaleros. “Nos dejó colgados por falta de pantalones al renunciar y no hacer frente a los bloqueadores, pero ahora habrá nomás que votar por él”, me dijo.

No debemos descartar los imponderables, como por ejemplo la repercusión que tendría en Bolivia, la salida de Maduro (sobre todo la forma) y la cuestión económica porque la era Morales ya no está disfrutando de la época de las vacas gordas que elevó hasta el cielo los precios de las materias primas de exportación. Amanecerá y veremos.

(*) Hernán Maldonado es periodista. Ex UPI, EFE, dpa, CNN, El Nuevo Herald. Por 43 años fue corresponsal de ANF de Bolivia.