Regreso al comienzo




Gracias por
firmar el libro
de visitas




Artículo
anterior




Foro abierto




Libros y
CD's




CHAT ROOM
Tema Libre

Martes 11 de mayo de 1999


ESOS AVIONCITOS DEMASIADO CAROS

Por Hernán Maldonado



El ministro Kieffer dice que el avión Beechcraft puede ser alquilado.


Artículo relacionado:
LOS GENERALES DE AIQUILE; O UNA GENERAL DECEPCION
Miami – Y ahora resulta que entre los "negocitos" del ministerio de Defensa no sólo está el de alquilar soldaditos para que la empresa Andrade Gutiérrez construya el camino Cotapata-Santa Bárbara, sino operar una línea aérea comercial de un solo avión en la ruta La Paz-Potosí-La Paz.

Lo afrentoso es que ese avión, un Beechcraft 1900 C fue adquirido el año pasado con los 2,900,000 dólares que estaban destinados al fondo de emergencias. Es decir que mientras mujeres, hombres, niños y ancianos mordían su hambre y su desamparo por el terremoto de Aiquile y Totora, nuestro ministerio de Defensa negociaba la compra del lujoso avión ejecutivo supuestamente para "socorrerlos".

El nuevo escándalo aparece cuando no pasa ni un mes desde que el país fue sacudido con el bochornoso autoalquiler de una nave de la compañia minera Comsur, de propiedad de Gonzalo Sánchez de Lozada, que le sirvió de avión presidencial durante su periodo.

El ministro Fernando Kieffer justificó en todos los tonos la compra del Beechcraft, aunque obviamente por sus características este aparato no ha servido hasta ahora ni para trasladar a un enfermo.

Cuando el derrumbe en Mokotoro, nuestra Defensa Civil debió apelar a empresas petroleras privadas para utilizar helicópteros. Durante la tragedia de Aiquile, la tropa de auxilio y los primeros suministros llegaron por paracaídas dado que el aeropuerto sólo tenía extensión para el aterrizaje de avionetas.

Pero nuestro ministro estaba enfrascado en comprar un Beechcraft 1900 C, que tampoco habría podido aterrizar allí, porque no esta construido para pistas de tierra.

Kieffer dice que lo compró con fondos del Tesoro General de la Nación, pero el diario La Prensa, estableció este lunes que no había tal disponibilidad y que obviamente se echó mano de la ayuda internacional que llegó con motivo de esa tragedia.

Con el fenómeno de El Niño azotando la geografía boliviana, Kieffer, según el mismo diario, gastó en la compra de la nave el 71.81 por ciento del total del Fondo de Emergencias.

Ahora cuando el escándalo sale a luz pública, Kieffer sostiene que la nave presta utilidad porque en ella viajan el presidente, los ministros y "hasta dirigentes sindicales" y que para costear los gastos de seguro, mantenimiento, etc, se lo alquila al que lo solicita, además de hacer un vuelo comercial entre La Paz y Potosí todos los lunes.

Mientras tanto a un promedio de uno por mes un vehículo se desbarranca en el tortuoso camino a los Yungas y no hay un helicóptero de Defensa Civil que pueda ser utilizado y los muertos y heridos deben ser izados o arrastrados a la vera del camino desde el fondo de los precipicios.

El asesor legal del Kieffer, Alvaro del Pozo, justificó el alquiler del avión porque "Bolivia es un país pobre donde no nos podemos dar el gusto de tener un avión parado, esperando que suceda un desastre para utilizarlo".

Con esta lógica leguleyesca las ambulancias del ministerio de Salud tendrían que funcionar como taxis, mientras no están en uso, para pagar sus costos de mantenimiento.

La inutilidad del Beechcraft para labores de auxilio en emergencias es más obscena si tenemos en cuenta que Defensa Civil proporcionó 1,100 dólares al avión-hospital que visitó recientemente Bolivia y en el que se atendieron 7,000 pacientes, de los cuales 600 fueron operados.

"No existe ningún drama. Aquí no hay nada que ocultar", ha dicho con desparpajo Kieffer.

Claro que un negociado de esta envergadura no se puede ocultar. Y en cuanto a lo del drama, que se lo pregunte a los miles de damnificados por El Niño, a los sobrevivientes del terremoto de Aiquile y Totora; de las riadas de Tarija y a esos cientos de víctimas de los accidentes de tránsito cotidianos que por falta de un helicóptero demoran hasta 10 horas en llegar a un hospital.