NOTICIAS Y COMENTARIOS EN TIERRA LEJANA

18.7.06

La inevitable ley del péndulo

Por Alberto Franceschi

Con muchos otros pienso que se acerca un cimbronazo, colapso, implosión, explosión o como quiera llamarse el marisquerón que pronosticamos. Si sólo se lee con las anteojeras de la historia de este país, se piensa que desvelado uno despertará a su pareja una madrugada de estas: "mira, mira, como que se armó una vaina. Está en la tele un general dando un discurso"…etc.

Y eso efectivamente eso pudiera estar en el curso futuro normal de los hechos. Pero el desperdicio de vida, esperando que el orate caiga, quizás nos hace ignorar los obligados capítulos que ocurren antes del probable leñazo de una salida de fuerza. La historia entre tanto, tan llevada y traída, dice sin ambages que no podemos esperar un final abrupto de este, ni de ningún gobierno, si no se dan antes síntomas de debilidad evidente que lleven a sus detractores, en este caso nosotros, a saltarle a la yugular de la presa.

Si quien tiene el monopolio de la mayor fuerza armada decisiva, del aparato de coerción judicial, carcelario, de espionaje policial, de legalidad, e inconmensurables recursos económicos, ya no puede hacer operar esos recursos en su favor, y el desorden que se desborda se come vivo al régimen, entonces el fin está cerca. En términos concretos esos síntomas de debilidad se observan es cuando se anarquiza la situación, es decir cuando esta se hace incontrolable por el poder.

Esto no significa que el coroto cae en manos de los más entusiastas opositores, sino en aquellas de los que estaban al acecho. Independientemente que se mantengan o no. Remenber 12 de abril de 2002. PUEDEN DARSE VARIAS CUENTAS REGRESIVAS… Si el frente político, que sostiene la cohesión del liderazgo gubernamental sobre el colectivo nacional, entra en fricciones y choques públicos, es la señal inequívoca que empezó otra cuenta regresiva. Digo otra, porque se han dado varias cuentas regresivas y en cada una de ellas era la sagacidad, fuerza y credibilidad de la dirección opositora, la que hubiera podido organizar una victoria irreversible.

Y si era cierto que el régimen estaba debilitado esta dirección capaz debió sustituirlo. Por eso es tan amargo discutir sobre inevitables balances, porque en última instancia pedimos cuenta de grandes oportunidades perdidas o de fatales errores de apreciación, que nos llevaron a dañar seriamente nuestros activos de lucha. Ello sin entrar en detalles sobre el porqué y el quienes. La última de esas fechas mágicas fue el 16 de Agosto de 2004. El atronao perdió el Revocatorio y sólo si se fracturaba el país en la calle con la dirección que no tuvimos o no podíamos tener, se volvía a la hora de las chiquiticas. La cuestión del poder estaba planteada de nuevo. Otro día discutiremos sobre esto.

Así me despellejen vivo los anónimos, intentaré explicar que teníamos una dirección a la que le permitimos abandonarnos, porque casi como por un llamado de los confines de nuestro consciente colectivo de conservatismo social, no nos sentíamos dispuestos a una confrontación dramática reclamando insurreccionados la victoria. ¿Anarquizar el país es rentable para alguien ? El proceso de anarquización del país está en marcha y quienes decidan frenar o revertir este camino al infierno, ya debiera estar tomando nota. Por supuesto también, quienes vemos crecer el torbellino social, debemos evaluar sus escenarios potenciales y avizorar la próxima oportunidad de virajes decisivos, en lo que los marxistas llaman "la correlación de fuerzas", que en cristiano significa: quien puede arrinconar al otro y vencer.

Existe la tesis maquiavélica de que el régimen busca deliberadamente anarquizar el país para llevarnos a la dictadura comunista. Yo creo que esta patraña enturbia la comprensión que el caos es solo fruto de la demencia, ineficiencia, corrupción ilimitada, brutalidad y demagogia de un mal gobierno. Esta fábula tiene además como propósito nutrir expectativas negativas que inhiben la acción opositora. Hay quienes agitando sobre los planes macabros del loco nos quieren convencer que podemos estar peor de lo que ya estamos.

Sin faltarles razón se olvidan que eso se llama fatalismo, y conduce a la parálisis o inacción de quienes quieran contrarestar esa tendencia. Peor aún, desde nuestros rangos se estila presentarse como muy radical, y arrechisimo opositor, si se anuncian terroríficas perspectivas de inmersión en tenebrosas noches de terror en el Goulag comunista, que expropiará hasta los calzoncillos de liencillo a los campesinos y las pantaletas de tafetán a las señoras de los pueblos. No amigos, no es suponiendo que Chávez es Stalin o Hitler como reuniremos de nuevo las fuerzas para salir de él.

Es conociendo a fondo que él, es sólo el producto más genuino del conjunto de nuestras miserias históricas, y que tiene un solo "mérito": su astucia fuera de serie para manipularlas a su servicio. Lo que estamos viviendo es un proceso social de estallidos cotidianos, de revolución de expectativas, pero NO satisfechas, que coexiste con un nuevo reparto de la torta petrolera. A los que no les había tocado están felices. Vean a los más vivos como cambiaron sus hábitos, su ropa, y hasta sus caras. Recapitulemos, el clima de conflictos que amenaza con desbordarse no corresponde a ninguna jugada o provocación de las que eventualmente usan este y muchos otros gobiernos, para justificar algún cambio o permanencia de sus opciones políticas.

Pero también son innegables las manipulaciones de fracciones concurrentes, dentro y fuera de los conmilitones del gobierno, para evidenciar incondicionalismos o mostrar resquemor que deba ser satisfecho o enjugado por los jerarcas o por el propio máximo, de los burócratas dispensadores de recursos para el latrocinio. La ley del péndulo es más fuerte que la ley de Murphi.

Si bien es muy cierta, y recurrente en sus estragos, la primera de las leyes que se atribuye a Murphi: "si algo puede salir mal saldrá mal", en política hay una ley que escapa a menos excepciones. La ley del péndulo imagino que existe: con la velocidad y radicalidad que se va a un extremo se irá al otro opuesto. Porque lo que quiero exponer se ciñe mas a las leyes físicas de Acción y Reacción, propias de la naturaleza, y no hay nada mas físico que los intereses materiales de grandes conglomerados humanos, sublimados detrás de ideologías programas y modelos de organización político-sociales, que entran en violentos conflictos, concurrentes y excluyentes hasta la imposición del mas fuerte, o de mayor legitimidad si lo prefieren.

No puede ser que el chavismo, representando un desecho histórico póstumo del movimiento ideológico propio del estalinismo comunista internacional, tenga algún futuro en un país moderno como Venezuela. Tiene menos destino aún, si terminada la Guerra Fría que sostuvo a Fidel, se le ocurre, como ya lo intenta Chávez de metiche en la política mundial, andar de tirapiedras en un planeta capitalista globalizado que terminará por expelerlo, mas temprano que tarde, y me parece que ya está en sobrevida artificial. Si el capitalismo mundial pudo más que el Maoísmo y con todo el sistema soviético;… ¿como evitar que se lleve en los cachos a este mozalbete y su corte malandra de adulantes, cuya epónima expresión cultural es el programa La Hojilla?.

Hay mucho que aprender del péndulo político, ¿es una ley histórica?. Si no lo es, se parece bastante. El extremo a la derecha al que llegaremos en el futuro inmediato, se corresponderá con el nivel de desorden y despotismo izquierdista a que llegue este gobierno. Así que los que quieran, desde la burguesía roja, vislumbrar su propio futuro de riesgos, vean solamente lo que son capaces de auspiciar o alcahuetear de este cudillin militar izquierdozo. Esta anarquía creciente que vivimos es el terreno casi obligado del péndulo social y político cuando va de un extremo a otro. A la ley del péndulo le sobran los ejemplos demostrativos .

No hay dictadura militar iniciada por el general Castelo Branco sin Joao Goulart y Leonel Brizola en Brasil, Ni Fidel Castro sin el dictador, Sargento Batista, Tampoco Fujimori sin Alan García 1. Ni 23 de Enero, Larrazabal, Betancourt, Jóvito, Caldera y Fabricio Ojeda sin Pérez Jiménez y Pedro Estrada. No hay Pinochet sin Allende, Ni General Videla y Almirante Massera sin Isabelita Perón con López Rega y su Triple A, más Montoneros. Sin el General Noriega no había invasión de USA, ni Sandinistas sin Somoza, Ni Contras y Violeta Chamorro sin Sandinistas.

La integridad y liderazgo de Mandela solo pudo existir en un país con Aparthei de inmundo racismo. Sin Hussein no podía concebirse las dos guerras de ocupación de Irak, Ni la actual ofensiva bélica del gobierno Israelí sin gobierno extremista del Hamas Palestino y el Hizbulá terrorista pro-iraní del sur del Líbano. Esa lista puede alargarse indefinidamente.

Pero Felizmente los espacios de gobiernos de equilibrios y moderación, así como las situaciones intermedias con contradicciones manejables, mediante diplomacia y/o manejos políticos mediante juegos institucionales, constituyen un número machismo mayor. ¿En nuestro escenario imperan ya los extremos? El chavismo nos metió en un camino de confrontación interior y exterior del que no saldremos por vías intermedias.

Chávez metió a Venezuela en la lógica de los estragos pendulares extremistas, convocados para salir de este atolladero. En cualquiera de los escenarios de confrontación abierta, escogidos al azar, entre centenares; la constante es las preguntas y rumores que hacen y comparten millones, en la víspera. Cambian sólo los tópicos locales y temporales. La esencia es idéntica.

Entre nosotros la cultura del miedo, la zozobra y la confrontación irreversible e inevitable (¿?) vino para quedarse hasta que no lleguemos al otro lado del vaivén pendular. Los equilibrios vendrán después, impuestos por las fuerzas predominantes en el anhelo de las mayorías a la paz y a la reconciliación y desde la cósmica ventaja de los estados capitalistas dominantes en la globalidad mundial en la que empezamos a ser parias. Cuando vamos a toda prisa hacia el otro extremo del péndulo empezamos a preguntarnos: ¿Para donde vamos?.

Y en sus variadísimo y hasta folklóricas premoniciones de la gente, surgen las percepciones, rumores y matrices de opinión: esto no va más, algo esta pasando, esto no llega a diciembre, el año que viene es el último, viene una desgracia, viene la guerra civil. Esto se acaba como Panamá con los yanquis contra Noriega, se lo van a llevar esposado, le van a lanzar un misil como a Kadaffi, hay un autogolpe montado, Diosdado y que lo insultó, Maniglia está muy arrecho con la invasión cubana, el ejército no se cala a la milicias, te dije que si se las cala, los milicos son unos… y así…al infinito.

Lucas Rincón no era Pinochet. Pero ¿Por qué en Venezuela en lugar de un Pinochet salió fue un bien encorbatado y pantallero General Medina Gómez, posando siempre con su gran habano?. Podríamos respondernos: porque esos oficiales del ejército venezolano son unos… Pero, sustancialmente, la verdad histórica es otra. Aquí, si bien llegamos en los primeros 15 días de diciembre de 2003, a un clima pre-insurreccional, la unidad de las FFAA tras el gobierno legal sostuvo el entarimado del régimen asediado.

El resto lo hizo la candidez y la improvisación de los dirigentes, por no agregar la cobardía, que no podría nunca generalizar, lo admito, sin el riesgo de ser injusto con muchos protagonistas. Algún día alguien tendrá que explicarme mejor para aceptar, como con medio millón de personas manifestando atrás, dispuestas a poner en riesgo todo, se les ordena, no una sino muchas veces, retroceder o desviarse, porque 100 facinerosos dirigidos por Lina Ron impedían el paso.

Los enormes sacrificios y voluntad de lucha de amplios sectores medios en huelga, con su vanguardia de empleados petroleros, no fue suficiente para ganarle a Chávez, las FFAA y sobre todo para hacer abandonar ese carrusel de las fantasías, donde estaba encaramada la dirigencia opositora. Por el contrario, el 10 y 11 de Abril del 2002 si hubo un clima insurreccional.

El héroe del común, con niños sobre sus hombros marchó al palacio para exigir que el malandro se fuera. La fractura de las FFAA fue el signo más inequívoco de que estábamos ganando. Lamentablemente los jefes militares que se insubordinaron, se parecían más a Lucas Rincón que leyó la proclama, "la cual acectó", que a estadistas que dirigieran el vuelco, ya necesario para reunificar el país y evitarnos estos cinco años adicionales de estupidez y militarismo de boina roja.

Ay de aquel analista o dirigente que piense tener razón echándole toda la culpa al inefable Carmona, apenas instrumento levitante, por arrogancia y codicia, de poderes fácticos decisivos en aquellas infaustas horas. Pero no me da la gana decir ahora todo lo que se. Ya llegará el día. No quiero llevar agua al molino de los falsificadores chavistas que en un ejercicio de adulancia obscena inventaron lo del rescate de Chávez hecho por millones, cuando todo se decidió 24 horas antes, cuando la balanza se inclinó en Fuerte Tiuna y por celular.

En Venezuela nunca llegamos como en Chile en 1973 a que el clima insurreccional fuese sostenido por semanas y meses, con una anarquía que desbastaba al Gobierno Allende cuyo jefe de FFAA era precisamente Pinochet. Las huelgas paralizaban medio Chile, había centenares de fábricas ocupadas, en los barrios funcionaban milicias del MIR y muchas otras cada vez más numerosas, y eran incontables los disturbios y enfrentamientos cada vez más violentos. El hampa hacia estragos, la moneda se fue al demonio y Fidel Castro anduvo un mes echando mítines en todas las ciudades.

Les parecerá mentira pero andaba de apaga fuegos, diciendo que no era el momento para una dictadura del proletariado, que tuvieran paciencia etc. Lo brutal del golpe tuvo que ver, además del propósito fascista de eternizar en el poder una casta militar archi-reaccionaria, con la polarización extrema de la sociedad y sus liderazgos. Era muy difícil, por no decir imposible, que el péndulo no se fuese al otro extremo. El centro político desapareció por 20 años, hasta que volvió con el mismo partido de Allende, con el presidente Lagos y la Bachelet. De argentina tenemos no sólo bonos basura, sino mucho que aprender.

En Argentina se vivió también el cimbronazo solo que en este caso el golpe fascista fue preparado con la anarquía que desbordaba el gobierno de Isabel Perón, prisionera del entorno del brujo López Rega, el secretario del marido muerto en connivencia con los militares. En 1973, el muy culto General Lanusse, heredero de la Junta Militar iniciada con el golpe gorila de Juan Carlos Onganía, siete años antes, decidió traer a Perón, tras 18 años de exilio, para encargarlo de conducir el cuero seco de país, mediando la elección popular de Héctor Cámpora un tinterillo del caudillo justicialista, antes de también elegir al mismo Perón ya Isabelita su segunda esposa como vicepresidente, algunos meses después.

El objetivo explicito de la casta militar argentina era terminar con la historia de ingobernabilidad mientras no se encargara ese gran caudillo de la post-guerra que dio en sus gobiernos del 47 al 55 enormes concesiones al poderoso movimiento obrero y popular, inspirado por Evita su primera mujer. Perón murió en el poder ya anciano, no aguantó la mecha de la enorme presión de su heterogéneo movimiento que lo tironeaba desde los extremos y de la bestial crisis que el engendró desde tres décadas antes. La historia ya había pasado por el Perón que mandó a su ala derecha a hacer terrorismo durante varios años, (cuyos herederos de años mas tarde fueron la triple A, anticomunista a ultranza, de su secretario López Rega) mientras coqueteaba con su ala izquierdista, los temibles audaces y ricos Montoneros, la guerrilla urbana de clase media y juventud mas numerosa que se recuerde en América.

Cuando Perón regresó el 20 de Junio de 1973, más de tres millones de personas se congregaron en el Aeropuerto de Ezeiza para recibirle. La fiesta fue arruinada porque la AAA ultraderechista y los Montoneros, guevaristas, dilucidaron a tiros quien debía estar más cerca del gobierno del caudillo. Decenas de muertos y centenares de heridos pagaron el pato. Perón se quedó con la derecha. Echó de sus mítines a los Montoneros, que después fueron exterminados por los militares cuando volvieron con el nuevo golpe fascista de 1976.

Uno de los que quedan de esos famosos "montos" es Néstor Kirchner, el pana de Chávez, presidente de Argentina aunque ya muy moderado tras una larga carrera de funcionario público. Lo pendular aquí expresaba también las oleadas políticas, que en América Latina no vienen por moda, sino por problemas mas o menos emergidos del mismo enfoque y trato de los poderosos del mundo y de cada país, para con las enormes masas de excluidos. Perón y Tribilin. Lo que el chavismo ha producido en los alineamientos políticos y sociales en Venezuela es tan parecido a otros movimientos en la América Latina, de otros tiempos, que resulta imposible no compararlos. La utilidad de esas comparaciones radica en descubrir que hay fatalidades sobre como terminaron TODOS, para vislumbrar como terminará el engendro de la V República o se transmutará en la Venezuela futura.

Si, si se puede aprender de cabeza ajena. Por lo menos los que aspiran dirigir este país, deben ir más allá de conocer las ociosidades del efebo Chávez en los topochales, su tema predilecto además de cuentos sobre sus parrandas y su venta de empanadas. El Tribilin de la escuela de oficiales está ahora en plan, nada mas ni nada menos, que de salvador de la humanidad del flagelo de las guerras y de la opresión del imperio.

Ese modesto cometido se lo acaba de auto-asignar. No podemos negar que sea un recurso en extremo extravagante y pintoresco, digno de su megalomanía, con el que pretende justificar su inútil viaje a los confines del planeta, que no incluyó NorKorea por que le dio culillo pasarse de maraca. Es tal el lío en que se metió y nos ha metido Chávez, que a veces pienso que se va a esos largos viajes con la esperanza que lo llamen para decirle que un coup d`etat lo sacó del juego.

Cavilaría entonces, como en un sueño de borracho, que esto le evitaría dar cuenta a los venezolanos por todos sus dislates. Si esa hipótesis, por ahora, es sólo una ilusión amarga, existe otra que por ser muy real y terrenal no puede dejar de interesarnos: los chavistas, como los peronistas de los años setenta empiezan a caerse a tiros…vuelve la esperanza.

Ya conoceremos sobre lo importante que el chavismo sea una pobre caricatura del Peronismo. Nuestro líder de la gran batalla mundial contra el imperio, siendo un Perón de utilería, hace responder a sus huestes con las mismas motivaciones de aquel y a su misma vocación histórica suicida. En la comprensión cabal de estos fenómenos se encuentran no pocas soluciones de nuestros enigmas sobre el futuro inmediato.

El péndulo no encierra misterios como los de la pirámides, es sólo una visión gráfica de que los extremos convocan a otros extremos y que en el recorrido que hacen las situaciones políticas de esas naciones, entre las cuales estamos ahora, de un limite a su contrario y opuesto, no se perciben con claridad los matices de cada posicionamiento, de los protagonistas del choque inevitable, otra vez, en nuestro calendario futuro. Los espectros de viejas, actuales y nuevas discusiones por venir enredan todo. Y quienes no entienden, solo profieren maldiciones para intentar sustituir con intemperancia y vulgaridad de fanáticos el campo donde deben imperar más que nunca las razones.