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15.4.06

¿Ha cambiado algo en Bolivia?

Por Manfredo Kempff Suárez (La Razón, La Paz-Bolivia)

L a anunciada Nueva Bolivia sigue siendo la vieja nomás. ¿Ha cambiado algo en nuestro país con relación al pasado? Si ha cambiado algo ha sido para mal. Porque siguen los desmadres en las calles y porque la corrupción, como una cascabel acorralada, se niega a morir y muerde a quien se le acerca. Porque se adivina un montaje oficialista que va a llevar al presidente Evo Morales al autoritarismo. Y porque, pese a los menos de tres meses de Gobierno, se puede palpar una actitud de revancha y resentimiento en los masistas.
Todos los días, nuevamente, hay marchas en el centro de la ciudad de La Paz y los consabidos atascos de automóviles y buses. Y siguen los bloqueos en los caminos que dejan tirados a los pobres pasajeros en las terminales del país, sin un centavo y con hijos a cuestas para colmo. Los bloqueos y marchas con el asunto del LAB han sido una falta de respeto total a la autoridad del Gobierno, y las barricadas en las sendas del Chaco, que dejaron en tinieblas a Tarija y cortaron las exportaciones de gas a Brasil y Argentina, sólo pueden calificarse como criminales. Que cuatro gatos eviten el arreglo de los caños gasíferos y provoquen el incumplimiento de nuestras obligaciones internacionales es vergonzoso.
¿Los choferes del transporte pesado no han parado La Paz y se han dedicado a chicotear a quienes trabajaban? ¿Acaso no hemos visto cómo detenían los vehículos y bajaban de los pelos y de las orejas a pobres muchachos y les pegaban con mangueras en las piernas, los glúteos y la espalda? Lógico, si eran los mismos matones que azotaban y ultrajaban en épocas de Rodríguez, Mesa y Sánchez de Lozada. Y creo que antes también. Las tácticas de los bloqueos, las marchas, y las chicoteadas son las que impuso el MAS. Y resulta que estando el MAS en el poder, siendo gobierno ya, permite que se siga bloqueando y pateando gente porque así ha educado a sus partidarios y a algunos jóvenes que ahora disfrutan de la violencia callejera.
¿No están en paro los Trabajadores en Salud y se van a despachar una semanita panza arriba o panza abajo? ¿Éstos son los ´perlas´ que quieren trabajar 6 horas diarias y ganar más platita? ¿Y no hay paro cívico en Cochabamba en apoyo a los trabajadores del LAB? ¿Y no hacen paro la federación de choferes allí? ¿Y no están anunciados paros de la COB, los maestros urbanos y los Choferes de Bolivia? ¿Y paro cívico por Mutún? ¿Y propietarios que se defienden a tiros de los loteadores a falta de autoridad? ¿Pero qué país es éste donde el Gobierno aumenta los salarios y los asalariados le hacen la vida imposible? No queda otra conclusión: el MAS está tomando de su propio veneno. Jodió hasta que dio calambre y ahora lo están ahogando con los mismos métodos con que tumbó por lo menos a dos presidentes.
El gobierno del MAS está acusando a los que ellos creen corruptos o poco complacientes con sus dictados. Sin embargo, se agarran a puñetazos por las aduanas. Y ahora justifican gastos reservados que eran pecado. La petición de renuncias no se detiene y el encarcelamiento abusivo e injusto tampoco, como las vacaciones forzosas que le dan a un fiscal que con cara de cordero degollado afirma que él no quería tomarlas aún. Y el señor no se da cuenta hasta hoy que no se trata de vacaciones adelantadas sino que lo han echado.
Pero hablan de combatir la corrupción y lanzan un decreto de excepción para una carretera donde podían embucharse hasta 30 millones de dólares. Y lo derogan pero porque los pillaron. ¿Y no es corrupto sacarles el 5 por ciento de sus salarios a los famélicos empleados públicos para que ese dinerito pase a las arcas del MAS? ¿Otros también lo hicieron? ¡Pero claro! ¡Lo que sucede es que el MAS dijo que ellos eran más honrados! ¡Las huinflas! Y ahora, de yapa, se vienen elecciones para la tal Constituyente que van a ser fraudulentas según la oposición. Ahí se van a sacralizar los disparates más grandes que mente humana pueda elucubrar. ¿Han visto las listas de quienes se postulan a ser los nuevos constituyentes? ¿Ése es el tan mentado cambio hacia la Nueva Bolivia? Pero, por Dios, ¿estamos locos?