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29.12.05

Dudan de Evo y de su “capitalismo andino”

El Presidente electo Evo Morales se esfuerza por demostrar una línea de conducta diferente a la de sus antecesores. Quiere ahorrar dinero rebajando los sueldos de la alta burocracia, reitera que pondrá a raya a las transnacionales y previene a Estados Unidos que no aceptará ayuda económica y militar condicionada a la lucha antidroga. A pesar de ello, el intelectual de izquierda James Petras no confía en el pretendido “cambio de rumbo” político en Bolivia. “No soy persona de celebrar resultados electorales sin dar una mirada cuidadosa porque hemos sido engañados tantas veces por tantos políticos que prometen hacer cambios por el pueblo y después de ser elegidos le dan la espalda”, dijo Petras en una entrevista con el periodista Efraín Chury Iribarne de Radio Centenario de Uruguay.


El intelectual norteamericano considera que el hecho de que Morales sea el primer indígena elegido presidente no garantiza nada. “Hay que recordar que hace muchos años Bolivia tenía un vicepresidente indígena que compartía la presidencia con un neoliberal y se quedó en el gobierno a pesar de medidas profundamente antipopulares. Tenemos el caso del cholo en Perú, Toledo, que se ponía el sombrero indígena, cantaba algunas canciones y se convirtió en el peor enemigo del pueblo peruano. Tenemos el caso de Ecuador, donde el gobierno de Gutiérrez llegó al poder con el apoyo de los indígenas, con la Ministra de relaciones externas indígena y varios otros Ministros, y termina como un gobierno más pro yankee y pro plan Colombia que todos. Tenemos el ejemplo de Lula, hombre del pueblo supuestamente, que mientras hay 90 millones de pobres en Brasil decide pagar 15 mil millones de dólares al Fondo Monetario en vez de mejorar las condiciones de los pobres”.

Por todo ello, decir “yo soy indígena o vengo de orígenes humildes o populares, no garantiza nada”, enfatiza Petras. Según Petras, es evidente que Morales se ha derechizado bastante en los últimos dos años. “No participó en la gran protesta que derrocó a Sánchez de Lozada; apoyó a Carlos Mesa hasta que lo echaron y últimamente habla de apoyar un capitalismo ridículo que se llama capitalismo andino, supuestamente una variante del capitalismo más simpático para los indios. Ha dicho que van a seguir pagando la deuda; que nacionalizará el petróleo y el gas, pero su vicepresidente (Alvaro García Linera) asegura que se respetarán los contratos, que simplemente se aumentará el impuesto”. ¿Dónde se pueden insertar los pobres en el capitalismo andino, que es la bandera de Morales, quien dice que el socialismo no va por los próximos 50 ó 100 años?, pregunta James Petras. Vigilan a Evo El analista norteamericano piensa que Morales debe enfrentar a un sindicalismo que no va a dar grandes plazos. Si él no cumple las promesas que ha hecho, el pueblo a diferencia de Brasil, tiene una vanguardia, una masa, dispuesta a tomar acciones fuera del Parlamento.

Las fuerzas populares organizadas no dieron a Morales un cheque en blanco sino un apoyo crítico. Obviamente, existe una gran masa de personas pobres que no sabe bien la historia, los zig zag y medidas mediatizadoras de Evo. No saben que no apoyó los levantamientos, que respaldó a Mesa y después desvió las manifestaciones al camino electoral. Si Evo llega al poder y no cumple con las medidas y empieza una prolongada negociación para aumentarle los impuestos a las multinacionales petroleras, creo que la gran pregunta es si la vanguardia sindical y la conciencia de clase puede movilizar a los otros sectores populares para presionarlo para que cumpla. “Yo imagino que el discurso de Evo va a ser ‘dénme tiempo, dénme tiempo’, para evitar presiones desde el lado de la izquierda, para que se pueda regatear con los capitalistas y poner su casa en una situación más estable con las transnacionales”.

En enero vamos a saber la verdadera elección, si Evo elige el camino del pueblo o del capitalismo andino, advierte Petras. Otra percepción tienen los sectores más conservadores de Estados Unidos. El Washington Post evalúa a Morales como un peligro para el sistema político y para la economía de Bolivia. “No hay garantías de que el nuevo presidente no vaya a provocar primero la destrucción o el colapso del sistema político. Imitando a [Hugo] Chávez, Morales ha prometido una asamblea constituyente para reescribir la Constitución el próximo año. Chávez usó esos métodos para eliminar el sistema de balance de poderes en Venezuela", destaco el rotativo en un reciente editorial.